«La velocidad era adecuada», dicen los ocupantes del coche en el que falleció el joven de Cayón

Tanto la copiloto como los otros dos jóvenes (un chico y una chica) viajaban en el interior del coche que se salió de la N-634, a la altura de Río Cabo (Torrelavega), y que dio varias vueltas de campana por un terraplén hasta que cayó en una vía secundaria que hay entre las vías del tren y la carretera por la que circulaban, quedando apoyado sobre el techo.

Según han informado a este periódico fuentes cercanas a la investigación, los tres coincidieron en que no saben lo que pudo pasar «porque no recuerdan nada de lo que ocurrió en el momento del siniestro».

Las dos chicas aseguraron que llevaban el cinturón de seguridad puesto, el chico reconoció que él no y ninguno supo precisar si la víctima lo llevaba colocado en el momento del fuerte impacto.

A la espera de que comparezca en sede judicial el conductor del vehículo el próximo 14 de noviembre, la Policía Local de Torrelavega ha concluido su atestado y ha entregado al juez una reconstrucción del accidente elaborada por un perito externo, en la que se concluye lo que ya avanzaron días después del siniestro: el accidente fue fruto de «un exceso de velocidad».

Según recoge el atestado policial, Gorostiza viajaba en la parte trasera del coche y no llevaba abrochado el cinturón de seguridad, lo que provocó que saliera despedido por una de las ventanillas. Cuando los sanitarios llegaron al lugar nada pudieron hacer por salvar su vida debido a la gravedad de las heridas que presentaba como consecuencia del impacto.