Villacarriedo decide que sus Reyes Magos no pasen este año por Saro

En las localidades de Saro y Llerana (municipio de Saro) hace un mes que no se habla de otra cosa y nadie parece entender bien que la política se mezcle con la ilusión de los más pequeños. La historia arranca un 15 de noviembre para los de Saro, en una reunión, celebrada en ese mismo pueblo, para organizar la cabalgata. En ese encuentro, antes de comenzar, toma la palabra el alcalde de Villacarriedo, Ángel Saiz (PRC), para comunicar que no habrá cabalgata con ellos. «El alcalde nos dijo que debido a una denuncia de la Fiscalía promovida por el Ayuntamiento de Saro, rompe relaciones con Saro y, como consecuencia, la cabalgata de Villacarriedo y Saro este año no se hace», resumía a éste periódico el alcalde pedáneo de Saro, Higinio Rábago.

Él es uno de los promotores, durante muchos años, de la cabalgata conjunta entre ambos municipios. Aunque reconoce que fue a esa reunión sabiendo ya que algo pasaba, puesto que el año anterior ya había habido «algo de bronca» no pensó que iba a escuchar algo así. El pedáneo -que solo responde por la Junta Vecinal, ya que ni siquiera es concejal en el municipio del mismo nombre que ha denunciado a Villacarriedo- relata apenado que «hay testigos» de lo que dijo el regidor carredano, aunque también matiza que sumó a ello causas económicas «porque Villacarriedo aporta más dinero y más carrozas» y otros temas de disputas entre ambos ayuntamientos. Según el pedáneo, incluso hubo «gente de Santibáñez» que recriminó a su alcalde (Villacarriedo) la decisión adoptada y que él mismo le dijo al regidor que si el problema era el dinero «por qué no lo había dicho en veinte años para arreglarlo de manera proporcional». Los de Saro, según aclaró, ponían siempre «la ambulancia y el chocolate», tal y como acordó Saiz con el anterior alcalde.

En declaraciones a éste periódico el regidor de Villacarriedo, Ángel Saiz, aclaraba que había sido la «organización de la cabalgata de Villacarriedo» en su conjunto - y no él sólo- quien había sentenciado la separación. Por tanto, y según la versión de éste alcalde, la historia de Villacarriedo arranca días antes de la polémica reunión de Saro, en otro encuentro de la agrupación carredana en la que se tomó el acuerdo de hacer una cabalgata solo de Villacarriedo. Saiz no se reconocía ayer en las palabras tan tajantes que dicen que pronunció en el encuentro de despedida de los de Saro, pero sí que admite que la denuncia a la Fiscalía había sumado, aunque con otro cúmulo de reproches. «Yo no sé si lo dije así», valoró. «Yo en esa reunión lo que les dije es que ya ha habido la movida del agua y que tal como estaba tomando el curso de las cosas ...», dijo.

El regidor abundó también en que si Villacarriedo ponía «11.000 euros», Saro ponía «sólo 900 euros» y coincidía con el pedáneo del otro pueblo en que «ya había habido algo de bronca» el año anterior. También alegaba que los suyos se le habían «quejado» porque en Villacarriedo la cabalgata terminaba muy tarde. Un problema que ya no tendrán este año porque no pasará por Saro y Llerana.

Preguntado por si el motivo era la mala relación o la falta de 'feeling' con el alcalde de Saro, el popular Miguel Ángel Prieto, Saiz contestó lo siguiente: «Puede haber falta de 'feeling', sí. Mira, eso sí que lo puedes poner -autorizó- con Daniel (el anterior alcalde de Saro) estos problemas no habrían pasado, nos habríamos arreglado seguro», señaló ayer.

Un mes antes de estos hechos, Saro aprobó en Pleno denunciar a Villacarriedo «por llevar quince años vertiendo aguas fecales» desde Abionzo a un acuífero de Saro, confirmó el alcalde, Miguel Ángel Prieto, que también vincula la decisión a la polémica del agua. «Es un delito contra la salud pública y se lo habíamos advertido muchas veces», resumió, dando a entender que no les había quedado otra opción ante las posibles denuncias que podrían haberles planteado sus propios vecinos. Ante esto, Villacarriedo dice que la solución ya está en camino con la construcción de una depuradora.

Algo bueno han sacado de todo esto los de Saro, y es que, cuando se trata de niños la unión hace la fuerza y ya trabajan en su propia cabalgata. «La gente se está volcando», añade el pedáneo de Saro. «Hemos hecho reuniones y no cabíamos en ellas, hay mucha gente implicada y movilizada con esto», zanjaba con orgullo