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Primeros visitantes al mercadillo de Navidad, este año en la plaza de Alfonso XIII.
Hadas, piratas y hasta cajas mágicas por Navidad

Hadas, piratas y hasta cajas mágicas por Navidad

El mercadillo ofrece desde ayer 70 puestos en la renovada plaza de Alfonso XIII y todo lo necesario para las fiestas

C. ODRIOZOLA

Viernes, 5 de diciembre 2014, 07:41

«¿Has visto que piedras tenemos? Si escarbas puede aparecer un diamante, un pirata o un dinosaurio pequeño», explica una chica a un niño que tiene la mirada perdida frente a su puesto. «A mi me gusta el coche», responde él girando sus ojos hasta el otro lado de la mesa. En el pasillo paralelo, dos señoras intentan abrir una caja. «Yo para esto soy poco hábil», dice una. «Es que es difícil», contesta la encargada. «Son cajas fuertes... o mágicas. La llave está escondida». Mientras, un niño corre y tira al suelo una pelota luminosa que sus padres le acaban de comprar. «Es nueva», dice ilusionado. La bola llega hasta los pies de otra mujer que no se decide por un número u otro. «No sé si calza el 45 o 46, no estoy segura». A otro cliente no acaban de convencerle: «Las zapatillas me gustan más cerradas», comenta.

Es la imagen que se dejaba ver ayer en el mercadillo de Navidad, situado en la renovada plaza de Alfonso XIII tras abandonar este año la plaza de Pombo. Con algunas persianas todavía abajo, y puestos a medio vestir, los primeros curiosos, escasos, quisieron acercarse al ya tradicional plan santanderino. Muchos a comprar y otros a mirar. Incluso a refugiarse de la lluvia y dar un paseo entre ropa, artículos y complementos. Porque ayer por la tarde hizo frío, el termómetro no superaba los nueve grados, y no paró de llover en todo el día. «Pero el mercadillo es un clásico entre los clásicos de Santander», explicaba Carla González, nueva en esta aventura con su puesto de bisutería. «El mercadillo está instaurado como un clásico anual de compras navideñas». Ella es positiva, afronta estos días con muchas ganas y cree que el nuevo emplazamiento es un acierto. «El del año pasado era más un zona de recreo para niños que para compras».

Pero no todo son caras nuevas. Muchos repiten, llevan años sin faltar a la cita y, aunque «el primer día siempre es eso, el primer día», son optimistas y esperan que les vaya, al menos, «como el año pasado». Es el caso de Paula Martínez. Hadas, piratas y hasta trajes de princesa. Su puesto es uno de los más coloridos de la hilera y el que más gusta a los niños. «Vendemos muchas coronas de flores, yelmos y cascos medievales. También espadas de madera. En general todo sale bien».

Veinticinco años

Martina Flint es otra de las veteranas. Tiene juguetes de latón de todo tipo y este año ha traído cosas nuevas. «Esperamos que venga la gente, ha quedado muy bonito».

Ropa, complementos y hasta láminas de la región para regalar a los de fuera, completan la lista de puestos hasta llegar a 70. Una oferta variada para todos los públicos que puede visitarse hasta el próximo día 7 de enero en horario de 10.00 a 22.00 horas.

En su 25 aniversario, el mercadillo de Navidad de Santander se ha convertido en una parada obligada entre los planes para estas fechas. Una tradición que nadie quiere perderse.

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