Los vecinos no se percataron del tiroteo de Nochevieja en Santander

Nadie vio nada ni sabe quién ha podido ser. Eso es lo que contaban ayer los vecinos de la calle Francisco Iturrino de Santander. Prefieren guardar silencio cuando se les pregunta por la reyerta con la que el barrio despidió el año, y que acabó con un hombre herido de bala en Valdecilla, y otro, el agresor, en paradero desconocido. La Policía aún no ha dado con su paradero.

A cuarenta y cinco minutos de que sonaran las campanadas de Nochevieja, dos hombres de mediana edad se enzarzaron en una discusión. De repente, uno de ellos sacó una pistola y disparó en tres ocasiones a las extremidades de su contrincante. Mientras se daba a la fuga, el herido acudía a Valdecilla, por sus propios medios, para ser atendido de las dos heridas de bala «no graves» que presentaba en una pierna y en un brazo.

Un relato que, sin embargo pasó inadvertido para la mayoría de los vecinos, que reconocen que no haber oído ni visto nada. «Nos hemos enterado por lo que hemos leído en el periódico. Como tiraban muchos cohetes y la gente estaba en sus casas cenando no nos hemos enterado de nada», comentaban dos hombres al principio de la calle.

A pocos metros del lugar en el que se produjo la refriega, el número 56, una joven decía no tener «ni idea» de quiénes habían alterado la celebración de Nochevieja en ese barrio santanderino. «Solo sé que no se podía salir con el coche porque la Policía había acordonado la zona». Da fe de su testimonio porque cuando salió de su casa para subirse en el vehículo de un amigo, los agentes les obligaron a dar marcha atrás y salir de la calle por el otro sentido.

El desconocimiento en el vecindario era tal que los rumores habían hecho pensar a más de uno que el suceso se había producido en Noche Buena. «No me he enterado de nada. Acabo de llegar hoy. Lo único que he oído es que ha habido algo pero no me digas qué», explicaba una vecina que prefería mantener su nombre en el anonimato. Lo mismo que otro señor que ayer se encontraba arreglando su coche a la hora de comer y prefería no saber nada de lo ocurrido «al final de la calle».

A pesar de la gravedad de lo ocurrido, a algunos residentes no les pilla de sorpresa la reyerta de Nochevieja. Aseguran que hace una semana se produjo un incidente de características similares. Al parecer, tres miembros de una familia que viven en el barrio recibieron una paliza en plena calle, pero no sabían más. Ahora será la Policía la que se encargue de esclarecer lo ocurrido y si ambas peleas están relacionadas.

La última información facilitada por fuentes del Cuerpo Nacional de Policía es que sus investigadores siguen buscando el paradero del autor de los disparos para ponerle a disposición del juez. Los agentes no han querido desvelar ningún detalle más sobre las pesquisas para «no dar pistas» al delincuente fugado.

Sobre las razones que motivaron la discusión, la Policía desconoce el origen de la pelea, si bien sus equipos de investigación mantienen abiertas «varias vías de investigación». Algunas hipótesis apuntan a que el enfrentamiento se pudo producir a causa de una mujer.

El herido se encuentra en el hospital Valdecilla a la espera de ser operado por las heridas de bala recibidas.