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Víctor Puente
Viernes, 19 de febrero 2016, 07:35
Son solo dos metros cuadrados de acera saliente. Pero los suficientes como para que los coches se queden atascados en una larga cola al final de la cuesta de La Atalaya cuando quieren girar hacia la derecha, siempre que el semáforo ... se pone en ámbar para entrar hacia esa dirección en General Dávila. Hablamos del "pico" que sobresale en el carril de subida más hacia la derecha de este vial y que obstaculiza la circulación de los coches que quieren entrar en General Dávila en dirección Sardinero y que no están obligados a esperar a que el semáforo central (hay dos carriles de subida) se ponga en verde porque el color ámbar está encendido la mayor parte del tiempo.
Hace aproximadamente un año el Ayuntamiento de Santander decidió renovar esta histórica pendiente que enlaza en cuesta el centro de Santander con una de las avenidas más extensas de la capital . Por aquel entonces, coincidiendo con año electoral autonómico, el Ayuntamiento invirtió 713.000 euros en lavar la imagen de esta cuesta que se cruza en su subida con calles como San Celedonio, San Sebastián, Vista Alegre y tiene su cima en General Dávila. Cinco meses de trabajo en los que los operarios de SIEC, adjudicataria de la obra, se encargó de asfaltar la carretera, eliminando el viejo adoquinado que había en parte de la cuesta; ensanchar las aceras, en algunos puntos superan los nueve metros de ancho, y colocar zonas verdes y árboles. En esa renovación de La Cuesta se redistribuyeron las zonas de aparcamientos, quitando unos sitios en algunas zonas y creando nuevos en otras.
Pero una de los cambios que apenas se destacaron durante todo el tiempo que duraron las obras ni el mismo día de la inauguración fue un pequeño saliente de acera que asomaba arriba del todo a la margen derecha. Justo antes de llegar al semáforo que regula el tráfico para entrar en General Dávila. Los que sí lo notaron y lo siguen notando son los usuarios de la carretera. "Desde que ensancharon las aceras el tráfico se ha puesto peor". Lo dice Antonio Rábago, un conductor municipal de autobuses que ha tenido que esperar casi un año para que el Ayuntamiento se dé cuente del error cometido en el diseño. "El funcionamiento del día a día nos ha demostrado que ese saliente entorpece la circulación", reconocía el concejal de Urbanismo, César Díaz, la misma semana que los operarios de conservación de viales de la ciudad han comenzado a retirar la parte de acera que "sobra". "Se eliminan dos metros cuadrados de saliente y se quitan dos plazas de aparcamiento para dar más capacidad y fluidez a un carril en el que hasta ahora con cuatro coches parados en el carril central ya no podían moverse los que querían girar a la derecha cuando el semáforo se coloca en ámbar para ellos".
"El problema de fondo, el semáforo"
No será la obra de El Escorial pero muchos conductores se ahorrarán la espera y los correspondientes pitidos de protesta de los más impacientes. "Son cinco o seis minutos de espera y aunque suene a poco es tiempo. Para pasar hay que esperar a que se abra el semáforo tres veces". Lo dice el autobusero que sabe mejor que nadie los grandes atascos que tiene que soportar la línea 16 (microbús) las cuatro veces al día que le toca pasar por ahí. "En cuanto se paran dos o tres coches se forma una que no hay quien salga". Rábago se refiere a las horas punta del día que coinciden con la salida y entrada de los niños que estudian en el colegio Salesianos, que se ubica casi de forma colindante al vial.
Para este conductor de autobuses es una buena noticia que el Ayuntamiento rectifique y deje vía libre al carril de la derecha. No obstante, cree que la medida no será suficiente para acabar con los atascos en La Cuesta. "El problema de fondo es el semáforo. Dura en verde muy poco. Nos encantaría que fuera más fluido porque muchas veces la línea del TUS que pasa por ahí se desconfigura. Es una linea muy frecuente al tener un recorrido muy corto. A nada que se trabe con algo, se retrasa".
El mismo deseo expresa José María Primo, un taxista que cubre a diario el servicio por La Cuesta de La Atalaya porque "los vecinos de esta zona necesitan mucho el taxi para subir y bajar". Primo coincide con Rábago en que el semáforo debería durar en verde un poco más. "Solo da tiempo a que pasen tres coches y para que no haya atascos deberían pasar al menos seis". También coincide en que la retirada del saliente de acera al final de La Cuesta solo puede traer cosas buenas. "No tenían que haber ensanchado las aceras en la parte de arriba porque el carril que te permite coger General Dávila a la derecha tiene que estar abierto siempre y sin obstáculos".
"Ya era hora de que quitaran ese bordillo. Solo servía para entorpecer", espetaba esta semana un peatón al grupo de obreros que con la ayuda de una excavadora eliminan los dos metros cuadrados de acera que durante un año han sido objeto de crítica de vecinos y conductores.
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