"El gran dictado de la moda surge de España"

Para Modesto Lomba (Vitoria, 1962) el día gris y lluvioso de ayer en Santander fue una «delicia». El color plomizo del cielo le trae recuerdos de su casa, donde tiene a toda su familia y la que ve «menos de lo que me gustaría, sobre todo a mis sobrinos, que crecen muy rápido». Según habla, mueve su manos y cruza piernas con movimientos sutiles y elegantes, a la vez que cuenta que «el gran dictado de la moda, de lo que se lleva y lo que no, surge de España. Esto es algo indiscutible». A los alumnos del Centro Universitario Cesine que participan en la II Semana del Diseño en Cantabria también les explicó que el mundo de la moda «es mucho más que ser un diseñador. Detrás hay muchos profesionales sin cuyo trabajo las firmas no serían viables».

Acaba de cumplir 30 años sobre la pasarela de Madrid, donde ha presentado su colección número 60. ¿Da vértigo?

Bueno, diría que han sido de un gran reto, pero lo serán aun más los 30 que quedan por llegar. Las marcas tienen siempre la actitud de continuidad.

Los únicos invitados al desfile de la Madrid Fashion Week fueron instagramers. ¿Adaptarse a las redes sociales o morir?

Sí, un diseñador siempre debe adaptarse a los cambios. Ha sido una gran oportunidad dar a conocer mi colección a través de más de 40 instagramers, lo que ha supuesto dos millones de impactos y publicaciones. Es la forma de comunicarse de nuestros jóvenes, que son el futuro, y no podemos desligarnos de ese camino.

Pero así, ¿no tiene miedo a quemar su colección antes de que se ponga a la venta?

Esa es la gran pregunta de todos los diseñadores del mundo, que estamos pensando en cómo evolucionar dada la rapidez de comunicación de las redes sociales. Pero también hay que entender que, además de ropa, comunicamos pensamiento, la imagen de una marca. Alrededor del desfile de Devota&Lomba hay muchos objetos que se venden en el mercado inmediato. Así creamos, además, un concepto aspiracional y un interés sobre la marca que nos lleva a vender otros cosas, además de la línea de ropa, que da mucha rentabilidad.

Ha recorrido las pasarelas de todo el mundo. ¿Con cuál se quedaría?

Todas tienen su particularidad. Madrid resalta por su organización, con un formato impecable. Nueva York tiene una primera línea de invitados mucho más notoria que el resto. Milán tiene su propia personalidad. Y París, tiene un entorno muy especial, porque los desfiles se desarrollan por toda la ciudad. Lo ideal sería coger los mejores elementos de cada una y hacer una nueva fashion week.

Su firma tiene más de 25 líneas de productos. ¿Cómo abarca tanto trabajo?

El equipo directo lo formamos diez personas, pero, por ejemplo, para esta colección y la pasarela lo hemos cuadriplicado con el equipo de zapatos, marroquinería, relojes, gafas, maquillaje, peluquería... Tantas personas trabajando durante tantos meses para un desfile que dura apenas quince minutos. ¡Imagínese! Además, Devota&Lomba trabaja con empresas especializadas en los diferentes sectores, que son las que comercializan el producto.

Tras la crisis, ¿cómo está su firma con la entrada del grupo Kangaroos?

Estamos viendo el final del túnel. La señal es que hemos empezado a recuperar licencias, como las de los relojes, que perdimos por la caída de las ventas. Aún no alcanzamos los resultados que nos gustaría, ya que antes de la crisis la facturación era muy importante, pero vamos bien.

Defiende el apoyo a la moda, pero no a través de subvenciones.

No se puede crear un proyecto pensando en las subvenciones. Solo en si es viable. Creo más en otros apoyos. Por ejemplo, el jueves que viene, la Asociación de Creadores de Moda Española que yo presido inauguramos una exposición en la embajada española en París, en pleno núcleo de la moda. Lo mismo harán los americanos en su embajada. Estamos en la línea internacional.

Tome le pulso a la moda española.

El gran dictado de la moda, de lo que se lleva y de lo que no, de la fast fashion, surge de España. Francia es líder en lujo con la alta costura; los italianos, con el pret a porter y nosotros en la moda de gran consumo. Los tres somos países de grandes creadores.