El obispo bendecirá las palmas en la procesión del Domingo de Ramos

El de hoy es un día de alegría para la comunidad católica: el Domingo de Ramos marca el fin de la Cuaresma días de ayuno y abstinencia y se recibe con júbilo la entrada de Jesús en Jerusalén a lomos de una borriquilla. Todo, si el tiempo no lo impide. La tradición secular manda hoy que las palmas, ramos de olivo, o incluso de eucalipto, se bendigan en recuerdo del recibimiento que los habitantes de Jerusalén, batiendo los ramos y colocándolos a su paso, le hicieron a Jesús cuando lo aclamaban como Rey venido en nombre del Señor.

Rememorando ese momento, que abre la Semana Santa que terminará el día 27, Domingo de Resurrección, el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, bendecirá los ramos, a las once y cuarto de la mañana, en la Plaza de las Atarazanas, frente a la catedral. Este acto solemne será el primero de este tipo que el prelado cántabro presida desde su llegada a la Diócesis en junio de 2015. Se revestirá de solemnidad, por lo que estará acompañado por el Cabildo Catedralicio. Hasta allí habrá llegado para entonces la comitiva de cofrades que acompañarán el paso La Entrada en Jerusalén, que saldrá a las diez y media de la mañana de la iglesia de San Francisco. Después de la bendición, en desfile, entrará en la catedral donde se oficiará una misa solemne con todos los cofrades y miembros de la Junta de Cofradías. Una vez finalizada la eucaristía, se hará la procesión de los ramos hasta la Plaza Porticada.

Primera procesión

Ayer por la tarde comenzaron los desfiles procesionales de Santander con la salida del paso de la Virgen Dolorosa, desde San Francisco hasta la catedral, donde Sánchez Monge presidió el Vía Crucis celebrado en el claustro, con la posterior procesión hasta la carpa de La Porticada. La lluvia estuvo a punto de cambiar los planes de la cofradía, que superaron la situación cubriendo las imágenes con plásticos.

Mañana, lunes, las dos procesiones serán por la tarde. A las ocho, Nuestra Señora de la Esperanza saldrá de San Francisco y se dirigirá hasta el Hospital Marqués de Valdecilla, donde se cantará una Salve. Es un acto de gran emotividad porque muchos enfermos presenciarán la procesión desde las ventanas de sus habitaciones.

A las diez de la noche saldrá la procesión de la Oración en el Huerto de los Olivos, que partirá desde la iglesia de los Padres Pasionistas e irá hasta los Jardines de Pereda.

El miércoles, día 23 de marzo, a las once de la mañana, se celebrará la Misa Crismal.