El simbólico derribo de un muro da inicio a las obras del parque de La Remonta

Entre unas fechas y otras; discusiones políticas, anuncios repetidos y reclamaciones vecinales han sido una constante.

Hoy, por fin, han comenzado las obras del parque. Un acto que ha contado con la presencia de la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina.

Aunque hasta Navidad los vecinos no podrán entrar en la finca de La Remonta, ayer se produjo el derribo del muro frente al cuartel de la Guardia Civil en la que será una de las puertas de entrada al futuro parque.

Por ella penetraron, en un golpe de efecto, el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, y la ministra de Medio Ambiente. El departamento de la ministra no tiene nada que ver en esta obra que financia el Ayuntamiento (500.000 euros) en terrenos cedidos por el Ministerio de Defensa (un tercio de la finca caballar, de 30 hectáreas), pero el alcalde se apuntó un tanto horas antes del inicio de la campaña electoral.

La ministra está en Cantabria invitada por la cofradía de pescadores de Santoña y la Asociación de Criadores de ganado de raza tudanca. No se reunirá con nadie del Gobierno de Cantabria, porque "solo visito a quienes me invitan", dijo.

Así que, invitada por De la Serna, recorrió el kilómetro de distancia entre las dos puertas que tendrá el futuro parque, una franja de terreno con farolas led, arbolado, arbustos, un estanque y carril bici. Una franja de terreno de 140 metros de anchura en medio de La Remota, que será separado con una valla del resto de la finca, en donde hay previsto construir edificios de vecinos e instalaciones deportivas y sociales. En una fecha indeterminada, porque el proyecto quedó parado por la crisis económica y así permanece.

El proyecto del parque

La realización de este proyecto permitirá abrir al uso público un espacio de 10 hectáreas de las 30 totales que contempla el Plan Parcial y en las que se incluyen viviendas sociales, espacios libres, dotaciones públicas y la conversión de la edificación militar en equipamiento sociocultural.

Un parque que tratará de mantener sus características naturales; la charca, las alamedas de arbolado autóctono y vías para peatones y bicicletas, así como un cerramiento lo más mimetizado posible con el resto del entorno. Todo ello con un presupuesto de 481.759 euro euros, por debajo de los 650.000 iniciales, a cargo de la empresa cántabra Teginser.