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Violeta Santiago
Sábado, 15 de octubre 2016, 07:34
Tras meses de polémica y, sobre todo, de 10 años de espera, ya está en marcha la construcción de los diques de las playas de La Magdalena, Los Peligros y Bikinis con los que se quiere regular el flujo de las corrientes marinas y la ... arena para evitar que los tres arenales se queden en pura roca todos los inviernos.
El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente responsable del plan ha dado el pistoletazo de salida pese a que ya tiene en sus manos la comunicación de la Audiencia Nacional que le informa del recurso contencioso-administrativo del Gobierno de Cantabria que ha sido admitido a trámite, según aseguró Antonio Lucio, director general de Medio Rural y de que el Ejecutivo regional «sigue esperando la suspensión cautelar del proyecto». Pero desde Medio Ambiente se indicó ayer que no se le ha solicitado esta suspensión cautelar, por lo que nada impide la ejecución de un proyecto «que se va a desarrollar según lo previsto». «Lo que se ha interpuesto es un recurso», explicó el departamento de Isabel García Tejerina y, «en el marco de éste, la Audiencia Nacional ha solicitado al Ministerio copia del expediente», una información que los servicios técnicos del Ministerio están preparando «para su envío completo al tribunal». Según sus datos, hasta el pasado 26 de septiembre, la institución judicial no le había comunicado al Estado el contencioso presentado por Cantabria.
Lo que está en debate es si el esquema actual cuenta con todos los informes medioambientales preceptivos (el Ministerio mantiene que es así) o si faltan estudios que garanticen que no se afectará a dos LIC Lugares de Interés Comunitario en la bahía. Esta segunda es la postura de Cantabria y lo que ha llevado al Ejecutivo a posicionarse en contra de esta construcción tal y como está planteada. La consejería del regionalista Jesús Oria considera que no se tienen todas las garantías de protección medioambientales para El Puntal y para el Estuario del Miera. Como es sabido, el primer espigón se situará junto al Balneario de La Magdalena. El otro estará en San Martín, con dos brazos: uno exterior, que seguirá la alineación del muelle de El Promontorio, y otro que irá perpendicular al oleaje.
Siete meses de obra
Mientras los jueces se pronuncian, se ha empezado con la batimetría y la caracterización de los materiales de dragado, actuaciones con las que arranca una obra que tendría que estar terminada en siete meses, porque no se quiere entorpecer la próxima temporada estival. La empresa adjudicataria es Becsa (del Grupo Obinese, con sede en Castellón de la Plana), que la ejecutará por 1,4 millones de euros.
El Ejecutivo regional no ha sido informado del inicio de los trabajos. Así lo señaló ayer el alto cargo del Gobierno Antonio Lucio, quien apuntó que su departamento sigue esperando que la Audiencia Nacional se pronuncie sobre la suspensión cautelar solicitada. Esta dirección general ha tenido un papel protagonista en el conflicto, ya que fue la que reclamó al Ministerio un informe específico sobre la afección que las nuevas mareas provocarán en el Puntal y el Estuario del Miera y también ha liderado la oposición al proyecto si no se cuenta con esta documentación.
Primero, la batimetría
Pese a la importancia que este proyecto tiene para tres playas muy utilizadas por los santanderinos y vital para la imagen de la ciudad a la hora de la promoción turística por su proximidad con el Palacio de La Magdalena, el Ministerio se limitó a facilitar ayer un puñado de datos: que la intervención dio comienzo la semana pasada y que la batimetría y la caracterización de materiales de dragado se prolongarán hasta finales de octubre.
Con la batimetría se estudia el relieve de la superficie del fondo del mar y servirá para describir topográficamente el área de intervención. En este caso, las zonas de las playas en las que se levantarán los tres diques. El propósito es detectar todas las peculiaridades que pueda haber. La caracterización de los materiales de dragado consiste en analizar la composición química de los materiales que se van a movilizar, sus características biológicas y su grado de toxicidad, si lo hubiera.
Acabada esta fase se iniciará el espigón emergido y lo siguiente será el espigón de apoyo (el situado en el Promontorio). Cuando estos muros estén terminados se procederá al dragado y extendido de arena en la playa y, finalmente, a la urbanización de la zona de entrada a la playa en el promontorio.
"Es imprescindible"
De momento, apenas se nota actividad en el entorno de los arenales. El concejal de Medio Ambiente de Santander, José Ignacio Quirós, cree que «el movimiento» no será visible hasta noviembre. Quirós reiteró ayer la satisfacción del Ayuntamiento por el arranque del proyecto. Los muros «son imprescindibles» para conservar estas playas, explicó el edil, que recordó que este año, los arenales «han necesitado dos rellenos y es evidente que así no se puede seguir».
El responsable de Medio Ambiente de Santander afirmó que ha visto informes de expertos «con los datos suficientes para interpretar que no hay afecciones en los LIC». Por tanto, el Ministerio «está haciendo lo que debe. Ha hecho un concurso, ha licitado, ha adjudicado» y no le queda otra que continuar «mientras no haya una suspensión cautelar».
El conflicto colea desde marzo. A principios de ese mes se licitó el proyecto de construcción y dos semanas después el Ejecutivo cántabro anunció sus dudas al respecto tras haber preguntado Podemos por él en el Parlamento.
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