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Rafa Torre Poo
Martes, 28 de febrero 2017, 18:28
La historia de los diez kilómetros de senda costera que une Cabo Mayor y la Virgen del Mar es un tira y afloja continuo entre instituciones (principalmente Ministerio de Medio Ambiente, Gobierno regional y Ayuntamiento de Santander), y los usuarios y vecinos de las zonas ... por las que discurre. Este lunes vio la luz un nuevo capítulo del ya de por sí largo serial. La Demarcación de Costas de Cantabria publicó en el BOC el proyecto para terminar la obra que se inició en marzo de 2014 y se paralizó siete meses después.
El documento no ha dejado contento a los vecinos, que unidos bajo el paraguas de la plataforma que crearon para luchar por sus reivindicaciones, se reunirán en asamblea a los ocho de esta tarde en el Hogar San Pablo de Cueto para valorar el proyecto. Disponen de veinte días para formular sugerencias o alegaciones (buzon-dccantabria@magrama.es), que luego podrán, o no, ser tenidas en cuenta.
Sobre el papel, una destaca por encima del resto. El nuevo proyecto no elimina su principal aspiración: que la senda siga su trazado natural, y no el que se diseñó y se comenzó a construir hace tres años, ya que sólo se recomienda su variación en cinco tramos. En cambio, sí contempla la eliminación de las barandillas en todo el recorrido, la retirada de las traviesas de madera, el derribo de los muros levantados con mortero (se sustituirán por otros similares a los morios de la zona), la multiplicación de los carteles informativos y la regeneración medioambiental de la zona.
Todo esto, traducido en cifras, supone otros 400.000 euros (398.588, exactamente) que se añaden a los 620.473 euros gastados ya desde que comenzaron las obras. Si todo acaba así, la construcción de la senda costera costará a las arcas públicas 1.019.061 euros, unos 40.453 euros más de los que se proyectó inicialmente cuando fue adjudicado a Dragados y Construcciones.
Este camino natural entre Cabo Mayor y la Virgen del Mar se adjudicó en 2013 con una baja temeraria del 49,7%. Aunque se licitó en 1,9 millones (1.968.634 euros), Dragados ganó el concurso y obtuvo la obra por 978.605 euros. No llegó a concluirla por las protestas vecinales, que consiguieron frenar el proyecto. Pero estas supusieron un desembolso de 620.473 euros por los trabajos realizados hasta el momento y el pago de una indemnización a la empresa (14.600 euros) por la paralización de los mismos. Un 65% del presupuesto inicial. "Dinero tirado", bramaron los vecinos.
Si quieres leer de forma íntegra el nuevo proyecto para la senda costera, pincha aquí.
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