Nueva oleada de apertura de bares en la zona del Ensanche y Puertochico

Aparecen en primavera, con la llegada del buen tiempo y el inicio de la temporada propicia para disfrutar de la calle. Son los nuevos negocios de hostelería que han abierto sus puertas en los últimos días y los que abrirán antes de la temporada alta veraniega, en cuanto acaben las obras en locales en el dique de Gamazo, en las calles de Tetuán y Santa Lucía y junto a la boca Sur del túnel Puertochico-Los Castros.

Es una nueva oleada de apertura de locales de ocio en el Ensanche de Santander, en donde se concentran la mayor parte de establecimientos hosteleros de la ciudad. Una zona en la que los bares (266) superan hace tiempo a las tiendas (230), según los datos de la Asociación de Vecinos Pombo-Cañadío.

Antes de Semana Santa abrieron una coctelería (Shore Cocktail Room) en la esquina de las calles Gándara y Hernán Cortés; un local de copas y actuaciones en la calle Gándara número 12 (Roots); el restaurante El Jardín de Aida, en la avenida de la Reina Victoria, frente a la puerta del Palacio de Festivales, y la discoteca La Pecera, en la calle de Santa Lucía número 51. Semanas antes se inauguró la hamburguesería La Pepita en la calle de Casimiro Sainz, casi esquina con Santa Lucía. Y hay más locales que abrirán antes de la temporada alta del verano.

En la caseta de bombas del dique de Gamazo, Carlos Zamora y su familia abren (en junio, si se cumple el plan de trabajo) un restaurante de ambiente marinero. Las obras de reforma ya están en marcha. En la calle de Santa Lucía número 50, casi esquina con Casimiro Sainz, está en obras un local para instalar una hamburguesería de la mano de los jóvenes empresarios María Luisa y Reyes Beraza; Andrea Goyenechea y David Vidal de la Peña, que ya tienen local desde hace tiempo en Somo (Iron's Grill Burguer) con mucho éxito. En la calle de Tetuán, está en avanzado estado la obra para instalar un restaurante de comida italiana en el local que ocupó la tienda Reigadas. Será un nuevo negocio hostelero de la mano de los hermanos Bezanilla, que poseen La mulata, a la entrada de la calle de Tetuán.

Y está a punto de iniciarse la reforma de la antigua coctelería Master, a la entrada del túnel, de la mano del empresario del sector Guillermo Vega Gandarias. Tiene intención de crear un nuevo ambiente para el disfrute de copas de calidad, con terraza incluida. También hay obra en un pequeño local que hasta ahora era almacén en la calle de Peña Herbosa, a la espera de abrir otro negocio hostelero en esta vía ya saturada de bares. Y en el Paseo de Pereda se inicia la obra de transformación de la cafetería Frysia, con mejoras en el local y en la terreza, que será decorada con estilo jardín e incluirá una barra.

Jóvenes emprendedores

A pesar de los avisos del presidente de Hostelería, Ángel Cuevas, de que no se abran más locales porque el sector está saturado, hay jóvenes que se lanzan a esta aventura. Es el caso de Gonzalo Piñeiro Gurtubay, de 31 años, que asociado a Marcos González, de la misma edad, ha abierto el discopub La Pecera, en la calle de Santa Lucía 51. González tiene desde hace años el café Phanton, también en Santa Lucía, y Piñeiro ha trabajado como responsable del pub Runner, al principio de Menéndez Pelayo. Abren jueves, viernes y sábado hasta las cuatro y media de la madrugada, y domingo por la tarde "para clases de baile de salón", dice Piñeiro. Han realizado "una importante inversión" para transformar el local y la iluminación "para que el cliente sienta que está en un mundo submarino y en los bajos de un barco". Como dice, "la noche no está tan mal como algunos dicen. Hay público para los locales que ofrecen algo diferente. Funcionan siempre que se ofrezca un buen producto. Nosotros apostamos por buena música y buen ambiente juvenil, introduciendo la coctelería de calidad y fiestas para grupos privados".