"Toda la plaza de garaje era una bola de fuego"

El escenario que se encontraron los bomberos cuando recibieron la llamada de aviso a eso de las 3.30 horas de ayer era impresionante. «Toda la plaza de garaje era una bola de fuego», detallaba a primera hora de la mañana uno de los profesionales que participó en la extinción. A pesar de ello, el incendio que tuvo lugar en los bajos del número 141 de la avenida de Los Castros, en Santander, y cuyas causas se desconocen se saldó únicamente con un coche, dos motos y un trastero contiguo calcinados y algunos daños en los vehículos cercanos. Al margen del susto, del humo y del corte de la luz durante unas horas, los vecinos de la comunidad no se vieron afectados.

Dos dotaciones del parque de Santander trabajaron hasta cerca de las 8.00 horas y posteriormente el relevo siguió realizando labores preventivas. Por ejemplo, instalar unas turbinas para expulsar los posibles gases que hubieran entrado en el edificio, aunque eso no interrumpió la entrada y salida de los vecinos para quienes su mayor preocupación durante todo el día fue no poder acceder al garaje, que quedó precintado por la Policía.

El incidente también afectó, aunque de forma muy limitada, a las instalaciones de la mutua Fraternidad. Las llamas no alcanzaron las dependencias, pero sí que entró humo y hollín procedente de los garajes. Los responsables de la empresa tuvieron que cancelar todas las citas del día ya que, por motivos de seguridad, la puerta quedó precintada. Durante la tarde, los empleados se esforzaron para devolver la normalidad a la mutua.

A partir de ahora, será la Policía Científica la que se encargue de analizar el lugar del suceso y de averiguar las causas del incendio. Ayer mismo, los agentes de este cuerpo especializado se pasaron por el garaje para hacer tener un primer contacto, pero hasta esta tarde, como pronto, no empezarán a realizar las pesquisas. «Hace falta esperar este tiempo porque el proceso se realiza con más garantías pasado un día y pues todavía existen gases que pueden ser peligrosos», detalló ayer a este periódico un miembro de la Científica. A partir de ese instante, la Policía Local desprecintó la entrada y los vecinos pudieron pasar al recinto y hacer uso de sus vehículos.

Los gases de los que habla no suponen ningún peligro para los habitantes del edificio ya que las viviendas se encuentran perfectamente ventiladas los bomberos recomendaron mantener abiertas las ventanas. En cambio, en la zona de los garajes sólo existe una salida, por lo que no pueden descartar que se concentren sustancias tóxicas. Tampoco es sencillo por sus características introducir turbinas que limpien el aire, como sí se hizo en el portal y en las dependencias de la mutua.