10.000 firmas en un solo día para cerrar el minizoo de La Magdalena

La clausura del minizoo de la Magdalena se ha contemplado en más de una ocasión, aunque no siempre por el mal estado de los animales, sino como reclamo político. En la campaña electoral de 2015, por ejemplo, Iñigo de la Serna planteó convertir el recinto de los leones en un moderno auditorio para actividades culturales con 350 asientos y un presupuesto de 600.000 euros. La idea, como muchas otras, se quedó en nada.

Un año después, en agosto de 2016, el Plan Director de La Magdalena contemplaba «eliminar todo lo que afea o no embellece» el lugar y «potenciar lo que tiene de atractivo». A pesar de que el minizoo es uno de los espacios más visitados del recinto, los expertos ya advirtieron del mal estado de unas instalaciones que fueron construidas en 1985 con Juan Hormaechea como alcalde para albergar un buen número de especies animales, pero que tras la retirada de los osos y leones dejaron grandes espacios de «aparatosas construcciones sin ningún uso».

Cuatro años después ha vuelto a hablarse del cierre, pero esta vez por algo mucho más sustancial que la estética: el mal estado de los animales. «Una de las focas tenía verdín en su cuerpo y el otro león marino no tenía agua en su recinto, a pesar de estar la marea alta», cuenta Laura Gangoso, que tras visitar el minizoo denunció la situación a Pacma y llamó a la Guardia Civil. Una queja pública a la que se sumaron ayer también Izquierda Unida, PSOE y Unidas por Santander.

Otro joven de Cantabria, el psicólogo Pablo Bárcena, de 23 años y que reside y trabaja en Madrid, es quien se ha ocupado de crear la petición del cierre del minizoo en change.org porque «los animales no tienen espacio» y se muestran «enfermos y apáticos»: «De pequeños no nos cuestionábamos si esos animales deberían estar allí o no. Pero la realidad es que no están bien cuidados y es hora de hacer algo».

Desde la concejalía de Medio Ambiente aseguran que la muerte de 'Lucas' se produjo de «forma natural». Así lo ha confirmado el equipo de veterinarios que se encarga del bienestar de los animales en el zoo y que «ha trabajado durante el estado de alarma para garantizar el cuidado de todas las pescies así como de las instalaciones», ha asegurado la responsable del área en el Consistorio, Margarita Rojo.

La edil ha subrayado que «todos los animales del recinto son de temperatura cálida» y que estas instalaciones son «muy valoradas en el exterior» por funcionar con agua salada procedente directamente del mar.