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Roberto Ruiz
Revilla mantiene su opinión sobre los espigones de La Magdalena: «Son una aberración»

Revilla mantiene su opinión sobre los espigones de La Magdalena: «Son una aberración»

Aunque el Gobierno no se pronunciará oficialmente hasta la semana que viene, el presidente avanza que el Ejecutivo sigue estando en contra del proyecto | Fue Cristina Narbona, en la primera legislatura de Zapatero, la que inició el proyecto sin que el anterior bipartito cántabro presentara alegaciones

DM .

Santander

Jueves, 14 de febrero 2019, 13:07

Miguel Ángel Revilla ha dado una pista de la opinión del Gobierno respecto a las alternativas que ha dado el Ministerio de Fomento, a través del informe del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex), a los diques de las playas de La Magdalena y Los Peligros. «Son una aberración, pero doctores tiene la santa madre Iglesia», ha dicho en relación a las obras.

El presidente ha hecho estas valoraciones una semana antes de que el Gobierno emita el comunicado oficial en el que desvelará su postura. «No vamos a variar la que hemos tenido hasta ahora», ha avanzado el presidente, dejando entrever su negativa a que los trabajos de construcción se retomen.

Curiosamente, fue el propio PSOE en Madrid y el bipartito en Cantabria, hace dos legislaturas, los que iniciaron y aprobaron el mismo proyecto que ahora tanto Revilla como los líderes socialistas cántabros consideran «una aberración». Los diques arrancaron en los despachos cuando Cristina Narbona, actual presidenta socialista, era ministra de Medio Ambiente. El 14 de abril de 2011, el director general de Medio Ambiente, Javier García Oliva, del PSOE y actual responsable de Medio Ambiente en la Ejecutiva actual de Pablo Zuloaga, dio respuesta a la consulta formulada por el Ministerio sobre la construcción de los diques de La Magdalena, que fue positivo incluyendo algunas recomendaciones .

Ya el 9 de julio de 2013, el director general de Medio Ambiente, David Redondo (PP), dio respuesta al proyecto y al estudio de impacto ambiental de dicha obra. Tanto la consulta previa como el informe fueron positivos con las condiciones señaladas, para la ejecución de la obra. No existió ningún rechazo en todo el expediente.

Ahora, el Ministerio para la Transición Ecológica, del que depende el informe del Cedex, ha planteado dos alternativas. Una es desmantelar el espigón ya construido y regresar a los rellenos de arena para evitar la desaparición de las playas. La otra, por la que apuesta el Gobierno de Santander, es reanudar los trabajos en la segunda escollera, la de Los Peligros. Hay una tercera vía, la del PSOE en Ayuntamiento de Santander, y es la creación de arrecifes de arena para que el efecto de las corrientes repueblen por sí solas las dos playas. Una posibilidad que Gema Igual tachó de «ocurrencia». De hecho, tras escuchar a Revilla se ha reiterado en la postura defendida por el Consistorio. Asegura que la única solución para tener «siempre» playa es acabar la obra de los diques.

Las palabras de Miguel Ángel Revilla, a preguntas de los periodistas, se han producido el mismo día en que la plataforma Salvar La Magdalena, la más activa en la paralización de las obras, ha instado a todas las administraciones implicadas a que desmantelen el espigón ya existente y regresen a los rellenos de arena. Domingo de la Lastra, su portavoz, también ha mostrado su conformidad por la opción de los arrecifes «porque rompe con la idea de que la única alternativa es reanudar las obras». Ha insistido en que el objetivo debe ser el «impacto cero» y ha lamentado de nuevo que, de todas las soluciones posibles que planteó en su día el Instituto de Hidráulica de Cantabria ,se optase «por la más agresiva para un espacio extraordinariamente delicado de Santander.

De la Lastra ha dicho que el informe del Cedex «no pretende ser juez», que lo que ofrece «son alternativas sobre las que hay que elegir». En el caso de los espigones, según ha argumentado, el documento confirma que el ya construido ha demostrado su «falta de eficacia» para evitar la erosión en la playa de la Magdalena y que el segundo «no va a contener ese proceso porque no está concebido para ello, sino para que la arena no desborde por el lado de Los Bikinis».

Por ello, considera «inexcusable» la retirada del espigón ya construido porque provoca una «alteración» de las corrientes de la ensenada de la Magdalena «con una alcance imprevisible sobre los hábitats y espacios naturales de esa zona».

El colectivo apuesta por «ir a las causas» y propone realizar un estudio sobre el perfil que necesitan tener estas playas para que se comporten de la forma «más adecuada» para el uso de ocio que se les quiere dar. Cree que sería necesario «disminuir la excesiva anchura» del arenal de Los Peligros que, a su juicio, se ha dejado crecer de forma «descontrolada» volviendo a los dragados que se abandonaron hace décadas. De esa forma, la Plataforma entiende que el llamado Muelle de La Fenómeno volvería a ser suficiente para contener la erosión.

En caso de que esta medida no fuera suficiente, la Plataforma sí considera que se podrían adoptar «poco a poco otras medidas adicionales de menor impacto como pequeños arrecifes artificiales sumergidos, arenas confinadas en geotextiles y otras similares».

Al margen de la plataforma Salvar La Magdalena, ayer se pronunciaron desde ARCA. La opinión de la organización ecologista es que el objetivo de las escolleras es convertir este espacio «en una piscina de agua salada», y además «pretenden ser la avanzadilla de un proceso de 'marbellización' del entorno, con amplia y variada proliferación de construcciones e instalaciones turísticas que ignoran o agreden directamente al paisaje».

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