Adiós a Elcano, un barco convertido en acontecimiento

El Juan Sebastián de Elcano ha puesto rumbo a Saint-Malo (en la bretaña francesa) dejando detrás una estela de acontecimiento por todo lo que ha conseguido movilizar en la ciudad: los miles de curiosos que lo abordaron en las horas establecidas, la feria con casetas montada ex profeso en las inmediaciones y hasta la visita del Rey de España, que ayer jueves se dio un verdadero baño de multitudes en el lugar donde estaba atracado el barco.

La partida ha empezado a las 9.45 de la mañana en el muelle de Albareda, con la plaza del Centro Botín a rebosar de gente. Tocando en su honor la Banda Municipal -al menos una docena de temas- hasta que a las 10.00 horas ha sonado el 'Himno de la Escuela Naval'. Sus primeras evoluciones en el mar han sido seguidas por una gran hilera de gente que se iba desplazando por los muelles para no perder sus velas de vista.

La próxima parada de Elcano es el puerto de Bretaña de Saint-Malo, donde permanecerá del 28 de junio al 2 de julio. Después se desplazará a La Coruña (que le acogerá del 6 al 10 de julio), a Marín (en Pontevedra, donde se le podrá ver del 12 al 17 de julio) y, finalmente, regresará a Cádiz, donde está previsto que llegue el 21 de este mes.

Su estancia en Santander no ha estado exenta de incidentes, aunque hayan sido colaterales. La Policía Nacional ha propuesto para sanción administrativa a un hombre de 68 años que pilotó un dron no autorizado durante el acto de homenaje al grumete 'Juan de Santander', celebrado en la iglesia de Santa María de Cueto. Y es que el buque ha estado protegido por la Policía de continuo, por tierra, mar y aire con dispositivos que han incluido la seguridad de todos los actos que han tenido lugar tanto dentro como fuera de la embarcación y el de Cueto era uno de ellos.

En ese contexto se detectó a una persona que estaba operando un dron que fue identificado cuando volaba cerca de los acantilados próximos al lugar donde se celebraba el acto citado. Los agentes localizaron al piloto del aparato, quien carecía de las preceptivas autorizaciones, comunicaciones y coordinaciones necesarias con el Aeropuerto de Santander para volar en espacio CTR (Controlled Traffic Region), que tiene por objeto proteger las entradas y salidas de los aviones.

La policía ha propuesto una sanción administrativa para esta persona a la AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea). La Ley de Seguridad Aérea establece las siguientes multas por el incumplimiento de su normativa relativa a vuelos recreativos de drones: leve (de 60 a 45.000 euros), grave (de 45.001 a 90.000 euros) y muy grave (de 90.001 a 225.000 euros), han recordado desde la Policía Nacional.