Adiós a las terrazas de la Caseta de Bombas y de Los Reginas instaladas por el covid

En junio de 2020, ante las dificultades a las que tuvo que hacer frente la hostelería, la Autoridad Portuaria (AP) de la ciudad -a quien pertenecen esas zonas- otorgó sendas concesiones para que los negocios instalaran una terraza en la que atender a la clientela en vez de permanecer con la persiana bajada. Así, ambos establecimientos comenzaron a trabajar. Una medida «extraordinaria», recuerdan desde la AP, que se ha prorrogado varias veces desde el inicio de la pandemia hasta llegar a los tres años. El plazo máximo que permite la ley para mantener la vigencia de este tipo de medidas que son temporales.

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Carlos Zamora, de la Caseta de Bombas, agradece haber podido contar con 16 mesas en Gamazo ya que eso «nos permitió mantener el empleo y dejar los puestos de trabajo», explicó ayer a este periódico. Así, durante los que fueron los «dos años más duros de la pandemia», atender a la clientela , «nos ha ayudado a tener una estructura», añadió. Pero ahora el establecimiento volverá a su situación previa al covid. Es decir, sólo podrá utilizar el interior. Esa era, precisamente, una de las condiciones incluidas en la concesión. Cuando salió a licitación el proyecto de la Caseta, las empresas interesadas en el concurso preguntaron por la posibilidad de colocar una terraza. Ya en aquel momento, la Autoridad Portuaria advirtió de que esa posibilidad no estaba incluida en el concurso. Del mismo modo que ambos negocios eran conocedores de la temporalidad de la nueva medida.

¿Y cabe recuperarla? «Estamos estudiando cómo hacerlo», admite Zamora. No obstante, en la AP insisten en que nunca ha estado permitido instalar terraza. El inmueble está protegido como Bien de Interés Cultural (BIC) y en los pliegos ya constaba la limitación. Es más, una de las obligaciones que asumía el concesionario era compatibilizar la actividad hostelera con la difusión del valor de este espacio, que cuenta con su propia programación cultural.