La llegada del edil Alberto Torres al Ayuntamiento de Santander obliga a contratar un intérprete de signos

Torres es conocido en los circuitos de la discapacidad porque fue presidente de la Asociación de Sordos de Santander y Cantabria entre 2013 y 2018. Actualmente, trabaja como especialista en Lengua de Signos en la Federación de Personas Sordas de Cantabria, Fescán. Tiene 35 años y es uno de los profesionales independientes que el PSOE llevó en su lista municipal de 2019. Es especialista de Lengua de Signos y asesor de niños y niñas sordos; y Agente de desarrollo para la Comunidad sorda (Adecosor). Lleva 15 años ejerciendo como profesor de Lengua de Signos, en la Comunidad de Madrid y en Cantabria.

El nuevo edil iba de número 11 en la candidatura de Pedro Casares, que se hizo con siete asientos en la corporación y que se ha movido en los últimos días al haber renunciado a su acta como concejales los número uno y dos (Casares y Quiñones). El primero para convertirse en diputado nacional y la segunda para ser la delegada del Gobierno en Cantabria. En su lugar han entrado la profesora Concha González y Torres. Ambos tomarán posesión en el pleno de febrero.

El próximo representante municipal ha trabajado siempre en el ámbito de la discapacidad. En la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) en el Departamento de Familias y Educación, asesorando a otros profesionales de dicho ámbito y especialistas de Lengua de Signos Española y, por su trayectoria, se propone desde su grupo municipal para hacer de Santander «una ciudad más accesible e integradora». En ese objetivo, el concejal podrá desarrollar labor para mejorar la accesibilidad y acabar con todas las barreras que sufren en la ciudad las personas con capacidades diferentes y las personas con movilidad reducida.