El ambulatorio que fue un éxito colectivo

Santiago Sierra, presidente de la agrupación, recordó que antes de ponerse manos a la obra con el consultorio, la vecindad tuvo que constituirse en asociación porque había que dotar de entidad jurídica a los promotores. A cada familia del lugar se le pidieron 1.000 pesetas «de las de entonces» (seis euros de ahora, «pero la cantidad no es la misma») y, además, se organizaron rifas y hasta se llegó a un acuerdo con una futura farmacia que aportó una cantidad importante. Un solo vecino adelantó de su bolsillo lo que costó el solar.

Pero se empezó el edificio y el dinero reunido se acabó cuando solo había estructura y tejado. En abril de 1978 se eligió a una nueva junta directiva de la asociación cuyo principal encargo era terminar la construcción, para lo cual los vecinos tuvieron que volver a aportar: unos, en forma de donaciones económicas. Otros contribuyeron con sus oficios, de manera que en la obra participaron los fines de semana carpinteros, albañiles y fontaneros de forma solidaria. La entonces llamada Caja de Ahorros sumó 500.000 (3.000 euros) y, el Ayuntamiento, materiales.

Cuando por fin pudo abrirse, los vecinos sintieron que el edificio era una «victoria de todos» después de la larga etapa de lucha por conseguir una atención sanitaria cercana, «que lograron por sus propios medios. Ese espíritu se mantuvo a lo largo de los años», contó Sierra. De hecho, el 20 de diciembre de 1998, el pueblo festejó y recordó el 20 aniversario (también con un pequeño acto) y, pese a que en julio de 2003 se inauguró el Centro de Salud de El Sardinero, Cueto se ganó que su ambulatorio siguiera en funcionamiento. En 2004 (a los 30 años de la constitución de la asociación vecinal de Cueto) se inauguró un nuevo acceso para hacer más fácil la entrada. La reforma la financió el Ayuntamiento siendo alcalde Gonzalo Piñeiro.

En junio de 2009, una Consejería de Sanidad socialista lo dio por amortizado y lo cerró, lo que provocó una intensa campaña de movilizaciones, protestas y manifestaciones de la vecindad, que no estaba dispuesta a renunciar a esa instalación. No volvió a la vida hasta 2014, año en que la consejera de Sanidad de entonces, María José Sáenz de Buruaga (actual presidenta del PP) firmó su reapertura. Ahora funciona tres días a la semana, en horario de 8.00 a 11.00 horas «y sigue haciendo una gran labor para mejorar la salud de los vecinos».

En el acto, al que acudió el concejal de Salud (Juan Domínguez), Sierra señaló que «no podemos olvidar lo que dijo en la inauguración Tomás Gerez, directivo de la asociación de Cueto hace 40 años: 'Entendemos que la Sanidad no debe de estar centralizada en grandes monstruos hospitalarios, sino que debe pasar por una adecuada planificación que dote a todos los barrios de ambulatorios'».