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R.T.P.
Santander
Miércoles, 22 de junio 2022, 20:23
Las familias de los alumnos del IES Cantabria de La Albericia continúan en su lucha contra la gasolinera. La Asociación de Madres y Padres (AMPA) ha registrado en el Ayuntamiento de Santander un recurso de reposición en el que solicita la suspensión de las licencias ... de obra y actividad, además de la paralización inmediata de las obras de construcción. «Ambas, que han sido concedidas por la Alcaldía, son nulas de pleno derecho al incurrir en manifiesta ilegalidad», afirmó su presidente, Gabriel Moreno.
La intención de las familias es impedir que se construya la futura instalación tan cercana al centro porque la consideran «una actividad tóxica, nociva y peligrosa». Con el recurso de reposición, la AMPA agota la vía administrativa lo que obliga al Consistorio a dar respuesta motivada y argumentada. En este sentido, Moreno recordó que la institución que dirige Gema Igual dispone de un mes para contestar. De no hacerlo, se aplicaría el silencio administrativo y, por tanto, se estimaría su petición.
La intención de los padres es forzar al equipo de Gobierno «a que justifique técnica y jurídicamente aquellas cuestiones que hemos detectado en el expediente que son, al menos, motivo de impugnación y, por ende, susceptibles de fundamentar la nulidad de la licencia de obra y de actividad de la gasolinera».
Son cuestiones, continúa Moreno, como el «incumplimiento de las obligaciones legales de la comprobación ambiental sobre actividades que pueden producir riesgos susceptibles de afectar a las personas de acuerdo con la Ordenanza Municipal para el Control Ambiental de Instalaciones y Actividades». Además, a juicio de la AMPA, las licencias no cumplen la ordenanza municipal en lo relativo al impacto acústico, ya que en la valoración «se ha omitido la existencia de un centro educativo en la parcela colindante, no se ha aportado el estudio acústico, y el cálculo de los niveles del ruido no contempla todos los aspectos normativos. Además, las cifras declaradas por la empresa superan las establecidas para zonas en las que haya centros docentes».
Pero no es el único quebradero de cabeza para las familias. «La seguridad del alumnado en la acera que conduce al centro educativo, que va a ser atravesada por la salida de la gasolinera, es una de nuestras mayores preocupaciones», señala Moreno. «Sin embargo, el proyecto de la empresa no considera que vaya a crecer el tráfico y ni siquiera ha evaluado los efectos acumulativos y sinérgicos que tendrá la presencia de cuatro gasolineras en la misma calle, lo que es indignante», concluye.
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