Los 75 años de la sede de Hacienda, el ave fénix erigido tras el incendio de 1941

Además, la historia del edificio sale a la calle con una exposición fotográfica que puede visitarse en los soportales de la Porticada bajo el título '75 aniversario del edificio de la Delegación de Hacienda en Santander. Cuatro siglos en la historia de la ciudad'. La muestra se prolongará hasta el 22 de marzo y cuenta con imágenes del Centro de Documentación de la Imagen de Santander y organismos como Patrimonio Nacional, el Instituto del Patrimonio Cultural de España y el Archivo Privado Foto Mazo.

Como narra Alonso, el actual edificio de Hacienda abrió sus puertas el 20 de agosto de 1948, después de que el incendio que sufrió la ciudad en 1941 motivara el derribo de su antecesor, que fue sede de la antigua Real Aduana de Santander de finales del siglo XVIII. Fue un sacrificio que permitió salvar al resto de la ciudad y, desde allí, los bomberos utilizaron ingentes cantidades de agua para enfriar el inmueble y lograr frenar las llamas que iban hacia el Paseo de Pereda. De él solo quedó la 'carcasa' de piedra, muy maltratada, aunque parte de ella pudo reutilizarse en el edificio actual. Además, sobrevivió el escudo que aún hoy corona la entrada al edificio y la rejería de la puerta y las ventanas, adornadas con grifos y dragones que, según narra la mitología, son criaturas que protegen los tesoros.

Aunque este edificio se erigió en 1948, su historia comenzó hace cuatro siglos. Fue en 1786 cuando Carlos III ordenó la edificación en Santander de la Real Aduana en el mismo espacio que hoy ocupa Hacienda. Su construcción tuvo lugar en un contexto de transformación económica, social, institucional y urbanística que experimentó la ciudad en la segunda mitad del siglo XVIII. El comercio a través del puerto era el gran motor y en aquel entonces esa zona era la primera línea del muelle, porque la ciudad aún no le había ganado metros al mar. En un periodo de algo más de cien años, Santander evolucionó de una villa marinera a una ciudad portuaria que vivía del comercio con las colonias ultramarinas.

La Casa de la Aduana pasó a ser también, en 1854, sede del Gobierno Civil. «También fue residencia real y, en el verano de 1861, Isabel II se alojó allí dando inicio a los veraneos regios en Santander», apunta el historiador. Años más tarde, en 1881, acogería la recién creada Delegación de Hacienda y en 1893 fue testigo cercano de la explosión del vapor Cabo Machichaco. En tiempos de la II República se acometieron obras de ampliación en una altura y otras modificaciones de orden estético. La fachada reformada sería más tarde el referente estilístico del resto de la plaza Porticada y por eso el edificio actual recuerda tanto al que arrasaron las llamas en 1941.

La exposición fotográfica se complementa con unas jornadas de puertas abiertas con visita al interior del edificio para que los interesados puedan conocer los elementos más característicos del edificio, como las vidrieras del taller de los hermanos Maumejean, la rejería o el escudo borbónico de más de dos siglos de antigüedad. Estas visitas se celebrarán hoy y el miércoles a las 19.00 horas y los días 12 y 21 a las 17.00 horas. Quienes estén interesados en asistir pueden enviar un correo electrónico, indicando el día y hora a la que deseen acudir, a la dirección aniversario75@correo.aeat.es. Hay plazas hasta completar el aforo.