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La Comisión de Desarrollo Sostenible del Ayuntamiento de Santander ha aprobado realizar el cambio en la categoría del equipamiento de la antigua residencia de mayores ... de la Fundación Caja Cantabria, en Cazoña, en desuso desde julio de 2011, para que pueda reconvertirse en residencia universitaria. Solo falta su ratificación en el Pleno del próximo lunes.
En virtud de esta modificación en el Plan General de Ordenación Urbana de Santander, PGOU, el edificio pasará de tener Equipamiento de Interés Público y Social (destinado a residencia de ancianos) a convertirse en Equipamiento Educativo, de manera que pueda acondicionarse para recibir estudiantes.
El cambio se realiza a propuesta de la Fundación Caja Cantabria, que está ultimando un acuerdo con la empresa Micampus Residencias, dedicada a la gestión de residencias universitarias por toda España, y que en la actualidad opera alrededor de 1.000 plazas en Sevilla, La Rioja, Málaga, Valencia y Aranjuez, con planes de crecimiento de 3.000 s más en los próximos cuatro años.
El proyecto prevé acoger un centro de 250 habitaciones individuales y generaría, al menos, 30 puestos de trabajo (directos e indirectos) durante su construcción y 20 empleos cuando esté en pleno funcionamiento, según adelantó ayer a este periódico Juan Muñiz, director de la Fundación Caja Cantabria.
«La previsión es que la residencia pueda estar operativa hacia finales del verano del 2020, para lo cual, y una vez que se apruebe la concreción de equipamiento, quedaría por tramitar la correspondiente licencia de obras», añadió Muñiz.
Para el Ayuntamiento se trata de «una buena noticia que un edificio como éste pueda tener un nuevo uso que, además, servirá para ampliar la oferta residencial destinada a estudiantes en la ciudad y afianzar la vocación universitaria de Santander», señaló el Díaz.
La asignación de esta nueva categoría a la antigua residencia de mayores «no afecta a la calificación urbanística del suelo», señaló ayer el concejal de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, César Díaz. Por tanto, «no tendrá tampoco incidencia en el acuerdo suscrito por el Ayuntamiento y la Fundación Caja Cantabria para la devolución de los importes abonados en su día por la entidad bancaria por dotar a la parcela de usos residenciales que no se pudieron llegar a ejecutar tras la anulación del PGOU de 2012».
De esta forma, la devolución de las plusvalías urbanísticas por parte del Ayuntamiento a Caja Cantabria, que asciende a casi siete millones de euros, prosigue adelante de manera invariable.
En 2011 se produjo la recalificación del suelo donde está la antigua residencia, que pasó de uso sanitario a residencial, y por tanto la propietaria del suelo era libre para demoler el edificio y construir viviendas o un hotel. Sin embargo, en 2012 el Supremo anuló el Plan General que daba cobertura a ese cambio y se deshicieron los planes.
En un principio, la residencia de Cazoña era para personas que pudieran valerse por sí mismas, pero con el paso del tiempo un 45% de los residentes tenía problemas de movilidad.
Desde hace ocho años el edificio se encuentra desocupado, tras la decisión del Consejo de Administración de traspasar la gestión del centro de mayores a la empresa Ecoplar y que los ancianos fueran a la nueva ubicación. En concreto, se trasladaron a 147 ancianos al nuevo complejo de la Residencia Ecoplar, en Maliaño.
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