Arrancan los cambios de dirección y los nuevos semáforos que acompañarán las obras de la calle Cervantes

La reordenación que ha entrado en vigor este lunes conlleva cambios de dirección en algunas calles, semáforos en otras donde no había y cambios también en algunas zonas de aparcamiento. El objetivo es la absorción del tráfico que debería circular por Cervantes y minimizar las afecciones que provoque su cierre durante las obras. De hecho, el Ayuntamiento no tiene decidido aún el tipo de circulación que quedará en esta calle -en la que solo se dejará un carril- ya que quiere observar el comportamiento del entorno durante las obras antes de decidirlo. Lo que sí ha negado ya es que vaya a ser solo peatonal.

Las obras afectarán al tramo entre Cisneros y Jesús de Monasterio y comenzarán el 3 de septiembre y está previsto que duren tres meses

El concejal de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, César Díaz, ha explicado que los cambios persiguen «redirigir los flujos de vehículos que confluyen en todo este entorno». Para ello, el tramo superior de la calle Florida cambia de sentido, de tal manera que los vehículos procedentes de Cisneros puedan bajar por este vial hacia la calle Rubio y, desde aquí, tomar Isabel la Católica para incorporarse a la calle San Luis o realizar el giro sobre el falso túnel de la calle Burgos para dirigirse hacia Pasaje de Peña.

Para regular estas circulaciones se han instalado cuatro nuevos semáforos y se ha modificado la ubicación de otros ya existentes.

Además, se han realizado cambios en la señalización y las marcas viales y se ha cambiado de lado la banda de aparcamientos existente en el tramo superior de la calle Florida.

También se han colocado semáforos en los pasos de peatones de la calle Lealtad (en las intersecciones con Juan de Herrera y San Francisco), para regular el flujo de vehículos que se redirigirá por esta zona Y se han instalado cámaras de control de tráfico en distintos puntos para poder comprobar el estado de la circulación en cada uno de ellos.

En los próximos días está previsto señalizar un área para carga y descarga en el entorno de la plaza de la Esperanza, con horarios establecidos para ordenar mejor estas operaciones los días de mercado. Díaz ha explicado que la Policía Local se encargará de supervisar el uso de esta zona de carga y descarga para evitar que se interfiera el tráfico del resto de vehículos.

El concejal de Urbanismo ha recordado que el periodo en el que se desarrollen los trabajos servirá también para evaluar cómo funcionan esas medidas y para comprobar si el comportamiento del tráfico se ajusta a los datos y predicciones arrojadas por los modelos de la Universidad de Cantabria

De esta manera, en función de esa evolución del tráfico y de las experiencias y conclusiones obtenidas durante el periodo de obras, se podrá determinar el tipo de tráficos o flujos que tendrá este vial, que en su nueva configuración contará con un solo carril de circulación, al tratarse de la única alternativa para ensanchar las aceras y cumplir con los criterios de accesibilidad.

Por último, Díaz ha pedido comprensión a los conductores en los primeros días hasta que se vayan acostumbrando a estos cambios, que van asociados a una actuación muy necesaria, como es la modernización y mejora de la accesibilidad de la calle Cervantes.