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«El show debe continuar». Ya lo decía la emblemática banda británica Queen. Una frase que ha pasado a la historia y que ahora también se apropia de ella el 'Talent Show Excelencia Santander'. Este concurso de talentos, enmarcado dentro del Festival Internacional de las ... Naciones, ha nacido este año con el propósito de destacar el arte que esconden los cántabros al mas puro estilo 'Got Talent' –el programa de televisión–. Los castings para participar se abrieron en abril y a ellos se presentaron un millar de personas, de las cuales seleccionaron a 44, que llevan demostrando sus capacidades desde el pasado lunes ante un jurado compuesto por Poty Castillo, Carlos Rodríguez, Raúl Alegría, Iván Rey, Jesús Mazón y Ana Mancina.
Todas las expectativas estaban puestas en este concurso tan prometedor. La organización ha estado meses trabajando en este proyecto y todo estaba listo para ponerse en marcha. Una programación que ha agrupado a once participantes por día hecha a medida para que juntase diferentes disciplinas y un gran escenario, casi imponente, al que a muchos principiantes les daba respeto enfrentarse. Pero algo se interpuso en el camino: el mal tiempo. Desde el lunes que comenzó el concurso la lluvia no ha parado de caer en Santander y esto les obligó a cambiar la planificación sobre la marcha. «Hemos hecho magia en tiempo récord», reconoce la directora del 'Talent Show Excelencia Santander', Ana Mancina. El escenario principal tendrá que esperar para lucirse, al menos hasta la gran final, que se disputará mañana sábado.
De momento han recreado un escenario en la Coctelería de Cuba, dentro del festival, que es donde han estado actuando hasta ahora todos los participantes. «Era eso o cancelar», confiesa la directora. Ayer fue el turno de los últimos once postulantes y todos ellos ofrecieron un show diferente y especial. Ana Rincón es de El Astillero y su apuesta para ganar el concurso es el pole dance, una mezcla de danza en barra y fuerza física. Comenzó en el mundo del baile con tan solo 3 años, pero al entrar a la universidad tuvo que dejarlo por falta de tiempo. En 2022 volvió a reencontrarse con la danza a través de esta disciplina y a sus 31 años se sigue poniendo nerviosa antes de actuar. «Me presento para salir de mi zona de confort y para que la gente cambie su idea acerca del pole dance, que es un arte igual de digno que el resto», cuenta.
Quien también descubrió un mundo nuevo hace poco fue Pablo Gómez, de 19 años. «Hace un año estaba de fiesta con mis amigos y me puse a cantar haciendo el tonto. Se quedaron todos en silencio mirándome y me dijeron que no lo hacía mal». Eso fue lo que empujó a Pablo a probar suerte en el mundo de la música y pronto se puso manos a la obra. «En octubre del año pasado aprendí a tocar la guitarra y me presento a este concurso para que la gente me conozca». Ayer lo consiguió con la canción 'Amos del piano bar', de Taburete, que interpretó a voz y guitarra. «A pesar de no tener experiencia me dicen que tengo muchas tablas en el escenario. Antes no me atrevía a cantar ni en las cenas de Navidad y ahora no me pongo nada nervioso», confiesa.
Al escenario también se subió Vanesa Hernández, que combinó el piano con la danza contemporánea. Su principal objetivo en este concurso es rendir un homenaje a personas con discapacidad física y mental, en especial a un familiar suyo. «He creado una historia que está muy bien hilada con la que expreso todo lo que quiero». Vanesa toca el piano desde los 5 años –ahora tiene 19– y ayer ofreció un recital de dos piezas, una que ya se sabía y otra compuesta por ella. A la vez fue mezclando la danza y diferentes gestos. «Es lo que me diferencia, que expreso mucho y se nota que siento lo que hago», reconoce.
En El Sardinero también sonó 'Mi tierra amada', todo un himno en Ucrania. La encargada de interpretarlo fue Vieronika Malieranko, que llegó a España hace diez años. «Mi pasión siempre ha sido cantar y estuve a punto de conseguir dedicarme a ello antes de la pandemia». Vieronika se postuló para presentar a España en Eurovisión –tiene doble nacionalidad–, pero el covid lo frenó todo. Después tampoco fue fácil. «Cuando la cosa parecía remontar, llegó la guerra en mi país y ya no pude. Estuve trabajando en colegios ayudando a adaptarse a niños que venían de Ucrania». Anoche, por fin, pudo mostrar a la gente su talento a través de esta canción tan especial para ella.
De los 44 participantes seleccionados, solo catorce accederán a la gran final que se disputará mañana sábado: a partir de las 19.30 horas, se lo jugarán todo sobre el escenario del Festival de las Naciones.
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