Ascán renuncia a las 120 viviendas sociales de San Román, que terminará Rotedama

Desde Ascán se ha asegurado que esta cesión «ha interesado a ambas empresas: una quería coger la obra y la otra quería dejarla», pero según pudo saber este periódico, la compañía de Santiago Díaz Zabala habría renunciado porque su actual situación financiera no le permite seguir adelante ni hacer frente a la contratación de los oficios que se requieren para rematar el edificio.

El consejo de administración de la Sociedad de Vivienda y Suelo de Santander (SVS), empresa pública municipal, trató en su última reunión esta operación de cesión entre empresas y la informó favorablemente. Para el Ayuntamiento, que se utilice esta fórmula es la mejor opción, porque ir a una rescisión con la adjudicataria hubiera supuesto alargar los plazos de la construcción. En una rescisión hay que cerrar un contrato y volver a licitar el proyecto, lo que hubiera provocado un parón mínimo de seis meses. Esto no ocurre con la cesión, que en este caso se resuelve con un acuerdo entre Ascán y Rotedama (supervisado por los servicios jurídicos municipales, ya que el pliego de condiciones no cambia para la firma entrante), que se tiene que elevar a escritura pública.

Sin embargo, es muy probable, según fuentes municipales, que haya un retraso en los plazos para la conclusión del inmueble. Los beneficiarios de los pisos contaban con que la entrega se produjera para finales de 2020, pero ahora lo más seguro es que la previsión no se cumpla. Ascán ya había acometido toda la parte de la obra que tiene que ver con la cimentación y llevaba ejecutado más del 20% del plan inicial (este porcentaje es requisito indispensable para que se autorice la cesión), pero a principios de año ya iba con demora respecto al calendario establecido.

La SVS empezó a concretar este plan en verano de 2017, con la compra de un solar al norte del falso túnel de la S-20, en el límite de los barrios de San Román y La Albericia. En los terrenos podía haberse levantado vivienda libre, pero el Ayuntamiento optó por un proyecto de pisos a precios asequibles debido a la alta demanda de este tipo de vivienda que hay en Santander, en la que sólo para esta promoción se apuntaron más de dos mil personas. En 2018, salió la licitación pública la edificación y Ascán se llevó la adjudicación por 8,7 millones de euros. En noviembre de 2018 se puso la primera piedra de la construcción y, en diciembre, se sortearon las 120 casas entre los más de dos mil santanderinos que se habían apuntado para conseguir una.

De la cifra total de apartamentos, casi cien están destinados al alquiler a diez años con opción a compra (sin que el precio vaya a modificarse en toda una década) y otros veinte han salido a la venta, si bien se fijó su precio como si fuera una VPO (Vivienda de Protección Oficial) de régimen general. El Ayuntamiento informó en su día de que los precios medios de los pisos en venta está en los 135.000 euros (garaje y trasteros incluidos). Los alquileres oscilarán entre los 415 euros mensuales que costará el piso de tres dormitorios, 349 euros (el de dos) y 279 euros (el de una habitación).