Las asociaciones de vecinos de Santander alertan de la proliferación de las plagas de ratas

Las asociaciones de vecinos apuntan hacia la acumulación de basuras y a los solares desatendidos como origen de su propagación. Desde el Ayuntamiento, la concejala de Medio Ambiente, Margarita Rojo, asegura que su prioridad es «atender todas las llamadas que avisan de la aparición de ratas en la vía pública». Pero algunos vecinos echan de menos campañas de prevención que actúen antes de que se reproduzcan.

Los matorrales del Río de la Pila, ubicados en la parte superior junto al funicular, «son un vivero de ratas». Así lo expone el presidente de la asociación de vecinos, Jesús Garay. «Están por la calle, entran en los bajos... En algunas calles cercanas incluso se puede ir de safari a por ellas».

En Castilla-Hermida, el presidente de la asociación Los Arenales, Juanjo de la Torre, pone el foco sobre la basura que se acumula fuera de los contenedores. «Hace un par de meses echaron veneno, pero las ratas están volviendo a aparecer y van a los restos de comida. Es importante que los vecinos eviten tirar desperdicios fuera de los cubos». El problema en la zona de Vargas se desencadena en los solares vacíos y los patios interiores. La presidenta de la asociación de vecinos de la Alameda, Marián González, lamenta que el abandono de esos espacios se convierte en el lugar ideal para que aparezcan ratas. «También salen del alcantarillado. Todos los años tenemos que llamar al Ayuntamiento y ya estaba pendiente estos días de hacerlo porque muchos vecinos me habían comentado su aparición».

En Pombo-Cañadío-Ensanche, Ana Gómez también está recibiendo quejas de los vecinos. «Desde la semana pasada estoy recibiendo avisos, también de negocios y de clientes de la zona que se las están encontrando». Desde la Fecav, Ricardo Sáinz cuenta que «ya hemos denunciado la situación al Ayuntamiento, están en la periferia y también en el centro, salen de las alcantarillas. Esta es la siguiente pandemia».

No sólo están en las calles. Muchas entran en los portales o en los bajos comerciales y se convierten en la pesadilla de sus habitantes. A José María Casar, vecino de la calle Vargas, le entraron en casa por una ventana y le anidaron en la lavadora. Ha llegado a perseguirlas, escoba en mano, por las escaleras. «Y tienes que tener mucho cuidado, porque se encaran». No es un caso aislado. Pablo Martínez, en la calle Sol, está planeando llevar a cabo una reforma integral para eliminar cualquier hueco por el que puedan entrar en casa. «Desde hace más de un año, apenas duermo. En cuanto nos metemos en la cama empiezan a corretear entre el techo y el tejado».

Desde el Consistorio, explican que el contrato de limpieza viaria cuenta con actuaciones planificadas para la desratización, además de atender llamadas de los vecinos. La forma habitual de proceder es la colocación de pastillas de veneno en los imbornales y pozos de saneamiento en vía pública. Al cabo de unos días, se comprueba si existe consumo, y, si lo hay, se coloca otra pastilla y se anota dónde. Rojo afirma que cuando se constata que existen ratas por avisos de vecinos, se aumenta la frecuencia de paso a las zonas afectadas y «se hace una vigilancia más exhaustiva con el fin de que el problema quede solucionado lo antes posible».