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El martes, a eso de las ocho de la tarde, en el número 10C de la calle San Luis de Santander comenzó a oler a ... quemado. El humo procedía de una de las viviendas superiores del edificio, hasta la cual se desplazaron efectivos de los Bomberos de Santander, Policía Local y una ambulancia. Todavía se desconocen las causas del incendio pero, según apuntan, todo parece indicar que se produjo por un «problema eléctrico». Eso sí, afortunadamente, el suceso «no fue grave».
En el interior de la vivienda se encontraban una madre y su hija, de 47 y 11 años, respectivamente, que pudieron salir por su propio pie y no sufrieron daños mayores. Sin embargo, ambas fueron atendidas por los servicios médicos por inhalación de humo y, posteriormente, fueron trasladadas al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Según ha podido saber este periódico, tanto madre como hija ya se encuentran en su domicilio.
Ayer por la mañana, en la calle San Luis la vida transcurría con normalidad, sin referencias a lo que había ocurrido el día anterior. Los clientes de los bares de siempre, esos que se reúnen cada día, hablaban de temas cotidianos, sin mencionar nada de ningún incendio. «No me he enterado», era la frase más repetida entre los vecinos. Aunque otros, como José Romero, dueño del bar San Luis 36, sí fueron partícipes. Pero a medias. «Me enteré porque vi a los bomberos pasar por aquí. Tuvieron que hacerlo en dirección contraria porque por abajo no entraba el camión. Me llamó un vecino para ver qué había pasado, pero no sé más», cuenta.
En el 10C de la calle solo quedan restos de ceniza desperdigados por el portal, pero ni rastro de instalaciones dañadas. De hecho, ni siquiera los propios vecinos del bloque sabían ayer lo que había pasado. «Solo escuché a los bomberos subir, pero nada más», explicaba Elena Pereda, vecina del primero. Otra inquilina, Elena Manzanal, estaba trabajando cuando sucedió: «Me lo contaron cuando volví, pero ya no había nada. Actuaron muy rápido». A Lina Romero, que trabaja en el locutorio frente al edificio, le sorprendió el trabajo de los bomberos ya que, según cuenta, «tuvieron que entrar en la bocacalle a pie». Además, asegura que «no es la primera vez que hay un incendio en ese bloque. El último, hace un mes».
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Ana del Castillo
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