Otro autobús atascado en la rampa Sotileza... Ni para adelante ni para atrás a las tres de la mañana

A las 03.20, para ser exactos, tiene registrado el servicio la Policía Local de Santander, que tuvo que acudir a echar un capote al conductor. También se acercaron los bomberos. Pero el Ayuntamiento no facilita más información sobre la intervención de los efectivos de ambos cuerpos, alegando que los expedientes todavía están en elaboración. El Consistorio tampoco ha colocado en la vía una señal que prohíba circular por allí -o que alerte del problema de la gran curva- a los autobuses de ciertas dimensiones. En esa curva se produce un cambio de nivel que puede ser la causa de que los vehículos se queden atrapados y los vecinos han pedido ya en otras ocasiones que se advierta por medio de cartelería de lo que puede ocurrir.

Un testigo de lo arduo de las maniobras que tuvo que hacer el conductor para seguir su camino ha relatado a este periódico que el vehículo acabó golpeando y rompiendo la parte baja de una fachada, a resultas de lo cual ambos (edificio y autobús) resultaron dañados. El bus, en su parte trasera. Además, los pasajeros tuvieron que bajarse del Alsa -que no era de línea regular, sino un servicio especial- y acarrear sus maletas hasta la estación de autobuses, ubicada a pocos metros. Por lo menos, el hecho de que el encajonamiento tuviera lugar de madrugada tuvo algo positivo: que no se generaron atascos en pleno centro de la ciudad.