Ayuntamiento y Ateneo rinden homenaje a Benito Madariaga, Cronista Oficial de Santander

Autor, entre otras muchas obras, de 'Pérez Galdós. Biografía santanderina', donde dio noticia exhaustiva de cada acto y huella del escritor canario por la comunidad cántabra, fue también un retratista riguroso de personalidades e instituciones académicas y culturales como la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, que le concedió su Medalla de Honor.

El presidente del Ateneo, Manuel Angel Castañeda, y la alcaldesa de Santander dirigirán unas breves palabras desde el atril para dar paso a los protagonistas de la velada homenaje en la mesa presidencial: Orestes Cendrero, vicepresidente de la institución y amigo personal de Madariaga; la también estudiosa e investigadora Celia Valbuena, viuda del intelectual fallecido, y Francisco Gutiérrez, presidente del Centro de Estudios Montañeses que trazará un perfil sobre la huella de Madariaga.

Intelectual y articulista, vinculado estrechamente a la historia de El Diario, fue uno de los artífices de la Gran Enciclopedia de Cantabria.

Durante estas últimas semanas se han sucedido los recuerdos en torno a su labor y legado: el de un erudito, que hizo del saber y del relato de la historia con mayúsculas, también de las pequeñas historias cotidianas, un referente obligado. Madariaga se definía como «un hombre de ciencias que nunca dejó de cultivar las letras».

El homenaje reivindica a «una persona que, durante 37 años, potenció la memoria de la ciudad con una prosa respetuosa e impecable». A juicio de la alcaldesa, «Benito Madariaga fue un prolífico intelectual que puso en valor la historia de la capital de Cantabria, y que, además de sus indudables dotes literarias y profesionales, fue una gran persona, muy querida en la ciudad».

Gema Igual recuerda que Madariaga ejerció de cronista oficial de Santander desde febrero de 1982, sucediendo a Simón Cabarga, aunque su nombramiento como tal se produjo con arreglo al nuevo Reglamento de Honores y Distinciones aprobado por el Pleno municipal el 30 de marzo de 2000. «Notario, secretario y relator de Santander durante 37 años, supo transmitir su amor por la ciudad, en la que ha dejado un poso indeleble, y, aunque plasmó su sabiduría en más de setenta obras, libros, publicaciones y monografías nunca dejó de esgrimir la sencillez como bandera», reconoce la alcaldesa.

Estudiante de ciencias y licenciado en Veterinaria, muy pronto descubrió su entusiasmo por la historia, consagrándose como autor, estudioso, profesor y conferenciante. «Imprimió el respeto, la perspectiva y la ciencia a cada uno de sus escritos y eso le ha hecho grande a nuestros ojos», apunta Igual. Por ello, considera «imprescindible» este sencillo homenaje «de la ciudad que tanto le debe y en el que podrán participar todos los santanderinos que deseen, de esta forma, agradecerle su extraordinario legado sobre la historia de Santander», concluye la alcaldesa.