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El último revés que ha recibido el Ayuntamiento de Santander tras conocer que el Ministerio de Transportes desestima de forma definitiva sus alegaciones sobre el aparcamiento de El Sardinero, lo que ha provocado que renuncie al proyecto, pone de manifiesto la cadena de tropiezos del equipo de gobierno del PP respecto a los parkings disuasorios proyectados en la ciudad. Otro ejemplo es el de La Marga, un plan presentado por la alcaldesa, Gema Igual, durante la campaña electoral de 2019, y sobre el que no hay grandes novedades. Más allá de que César Díaz, presidente de la Autoridad Portuaria de Santander (APS) –propietaria de los terrenos sobre los que se levantaría el parking– y fiel defensor del proyecto durante su etapa como concejal de Fomento, comentó durante una entrevista a El Diario Montañés tras su nombramiento que el objetivo sería comenzar las obras en 2025. La realidad es que, cinco años después de ese primer anuncio de Igual, no hay avances.
El escenario respecto al proyecto de El Sardinero es diferente. Y es que, desde el martes, el Ayuntamiento ha enterrado el plan tras el 'no' definitivo del Ministerio de Transportes, encargado de supervisar los fondos europeos. Una decisión que ya se veía venir después de que el pasado septiembre, el departamento dirigido por Óscar Puente enviara una carta al equipo de gobierno del PP para avisar de que perdería los 2,4 millones de euros de fondos europeos si no regresaba al plan inicial de construir un aparcamiento subterráneo y no en superficie (como el que hay ahora, con menos plazas y de pago).
La novedad, que ya adelantó el concejal de Fomento, Agustín Navarro, tras reunirse con los responsables del Ministerio que gestionan las ayudas, es que Santander no perderá todo el dinero de la subvención, que podrá destinarse a otros proyectos enmarcados en esa misma ayuda, incluidos en el Plan 'Impulso a la movilidad activa, fomento del cambio modal y transformación digital y sostenible del transporte urbano de Santander'.
Una explicación que Transportes ha confirmado a preguntas de este periódico. Según detallan, el Ayuntamiento tiene dos opciones. La primera es solicitar la modificación de alcance que consiste en la eliminación del expediente de la actuación del aparcamiento subterráneo, «en cuyo caso el importe de esta actuación no lo pierden ahora», ya que, explican, puede ser utilizado en «cuenta justificativa» para hacer compensaciones con otras actuaciones incluidas en el plan que hayan incurrido en sobrecostes, y si al final del proceso «hubiera excedentes, entonces sí proceder al reintegro de los sobrantes». Opción por la que se han decantado, ya que la otra implicaría un expediente sancionador reclamando el reintegro del importe de la actuación.
El concejal de Fomento explica que en su día, modificaron el proyecto del aparcamiento ya que temían perder todo el dinero subvencionado (7,6 millones de euros) para las ocho actuaciones previstas en la ayuda (al margen del aparcamiento disuasorio, la digitalización del TUS, las escaleras mecánicas en Juan XXIII, el alquiler de bicicletas eléctricas, la compra de autobuses eléctricos, la gestión inteligente de la movilidad, el carril bici de Tetuán y aparcabicis). Según detalla Navarro, desde el Ministerio han entendido que su modificación del proyecto se debe al aumento del coste de las obras (de 8 a 32 millones), constatado tras realizar catas en el terreno. «Como saben que ese cambio no es por nuestra culpa, sino que se debe al aumento del precio y son conscientes de que nos hemos encontrado con un problema que no era esperable, lo que nos permiten es recortar de ocho a siete las actuaciones previstas». Y reconoce que aún no puede estimar la cantidad de dinero que tendrá que devolver el Ayuntamiento.
Otra de las incógnitas que surgió ya en septiembre es qué pasaría con las nueve empresas que se habían presentado a la licitación del proyecto de El Sardinero, ya que podrían pedir compensaciones por el trabajo realizado. Navarro, aunque cree que podrían hacerlo, considera que «no es lo habitual». «Si hubiéramos adjudicado la obra, cosa que no se ha hecho, tendrían derecho al lucro cesante, que es un 6% del importe de la obra. Normalmente nadie reclama, podrían hacerlo, pero no es nada habitual», insiste el edil. Por el momento, desde Fomento no tienen constancia de que ninguna empresa se haya pronunciado al respecto. Además, confirma que no hay ninguna actuación prevista para el aparcamiento, por lo que dan carpetazo final al asunto.
Los motivos del retraso en la construcción del parking en La Marga, que preveía levantarse en altura con tres niveles diferentes, una superficie de 11.000 metros cuadrados por planta (33.000 en total) y una capacidad para 1.220 coches, se explican, según el Consistorio, por la falta de entendimiento entre la alcaldesa y el anterior presidente de la Autoridad Portuaria (APS), Francisco Martín. Y es que las administraciones no se ponían de acuerdo respecto a la ubicación del parking, que pretende asumir los coches que cada día acceden a Santander. Con la llegada de Díaz, Gema Igual aseguró que había comenzado una nueva etapa.
Otro de los planes presentados durante una campaña electoral, en este caso la de 2023, fue el aparcamiento subterráneo de Joaquín Costa, en El Sardinero, que, a día de hoy, tampoco cuenta con plazos concretos, ya que desde el Ayuntamiento se han limitado a sondear a los vecinos de la zona y a los hosteleros y a contratar un estudio de alternativas y viabilidad.
Todos los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Santander, que fueron muy críticos con el equipo de gobierno del PP cuando en septiembre se conoció que el Ministerio de Transportes había denegado la modificación del proyecto del aparcamiento de El Sardinero, celebraron ayer su paralización. El portavoz del PSOE en la capital cántabra, Daniel Fernández, explicó que en «el fracasado proyecto» de El Sardinero «han ganado la cordura y la sensatez y ha perdido la irresponsabilidad de Gema Igual». Así, Fernández dio una lista de posibles ideas que se podrían desarrollar desde el Ayuntamiento para fomentar la movilidad sostenible, como es una nueva línea del TUS que conecte la S-20, el aparcamiento disuasorio en La Marga, una actuación en las cocheras de Cajo «abandonadas», la regeneración y adecuación de Varadero o la mejora de líneas y frecuencias que conecten el centro con los barrios de Santander.
Por su parte, la portavoz de Vox, Laura Velasco, reconoció que se alegraba de la noticia, aunque criticó que «a pesar de esta negativa, el equipo de gobierno dice que el dinero de fondos europeos se podrá destinar a un Plan de Movilidad Sostenible, es decir más políticas globalistas que buscarán expulsar al vehículo privado de la ciudad».
Para el portavoz de los regionalistas, Felipe Piña, este era un plan que «nació fallido» y cuyo primer «rechazo» fue por parte de los ciudadanos. «La señora Igual lo llevó en su programa mintiendo, porque aseguraba que era una obra de 8 millones de euros, y luego vimos un presupuesto de casi 34 millones. Ha sido lamentable la gestión que se ha producido en este atolladero en el que las administraciones se han estado peleando».
El que también reclamó al Ayuntamiento que cumpliera con el parking de La Marga es Keruin Martínez, portavoz de IU. El edil insiste en que «hay una propuesta sobre la mesa desde hace cinco años que partió del PP, que contó con el apoyo unánime de todos los partidos, y que consistía en reclamar al Puerto los terrenos necesarios para levantar un aparcamiento en La Marga. Es la oportunidad de construir una alternativa verdaderamente disuasoria».
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