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Acceder a la turborrotonda de Valdecilla se convierte, muchas veces, en un deporte de riesgo. En hora punta, se juntan los vehículos que entran ... y salen de la ciudad por motivos laborales -se trata del acceso principal de Santander- con aquellos que se dirigen a las consultas del hospital. A la gran cantidad de coches, además, se unen otros dos inconvenientes que complican aún más la circulación: los conductores que se confunden de carril y generan el caos invadiendo otro y las colas en el aparcamiento subterráneo de Valdecilla Sur, lleno día sí y día también. Y esto tiene un efecto dominó, ya que el colapso en la rotonda satura todos los viales del entorno. Por si fuera poco, la principal solución que planteaba el Ayuntamiento de Santander, la construcción del aparcamiento disuasorio de La Marga, ha sido desechada por el Puerto, que se niega a ceder los terrenos porque los necesita para su expansión.
La turborrotonda de Valdecilla se inauguró en 2018 y durante las primeras semanas sumió a los conductores en las dudas y los volantazos. Aún hoy, no es raro cruzarse con algún vehículo que se confunde de carril y trata de rectificar demasiado tarde: o se salta la línea continua e invade al coche de al lado o sale por una salida que no tenía prevista con la esperanza de hacer un cambio de sentido cuanto antes. Pero la congestión del tráfico en esta zona viene de antes. De hecho, la turborrotonda se construyó para aliviar los atascos que se generaban. Ahora, cuatro años después, los vehículos siguen sin fluir en muchos momentos del día. En este contexto, el concejal de Movilidad, César Díaz, afirma que la revisión del Plan de Movilidad incluirá esta área como uno de los puntos «donde se están valorando posibles actuaciones para mejorar la fluidez del tráfico sin comprometer la seguridad vial». Sin embargo, aún no hay actuaciones previstas.
Tanto el edil como el profesor de la Escuela de Caminos de la Universidad de Cantabria (UC) Borja Alonso, que forma parte del Grupo de Investigación de Sistemas de Transporte (GIST) de la UC, coinciden en que gran parte de la 'culpa' de este atasco se debe al aparcamiento subterráneo de Valdecilla Sur. El carril para acceder al parking comienza dentro de la propia turborrotonda, con un cuarto carril que se prolonga hacia Jerónimo Sainz de la Maza y Segundo López Vélez. Y ahí ya comienza el atasco, que se prolonga durante los 150 metros que hay desde ahí a la entrada del parking. Según apuntan fuentes próximas a la gestión del aparcamiento, «los momentos de mayor intensidad suelen ser entre las diez de la mañana y la una del mediodía, sobre todo de lunes a jueves. En el resto de horarios, la intensidad es variable y menor que en estas franjas». Las colas coinciden, lógicamente, con las horas que más consultas acumulan en el hospital y las plazas disponibles no son suficientes. En total, el aparcamiento de Valdecilla Sur cuenta con 482 puestos de aparcamiento y son en torno a 2.500 personas diarias las que acuden a una cita médica. Y aunque no todos van en coche ni tampoco todos coinciden en el mismo horario, lo habitual es llegar con antelación y pasar dentro del hospital, al menos, media hora, por lo que las plazas de aparcamiento se liberan con cuentagotas e impiden que el acceso sea fluido.
Llama la atención que mientras el aparcamiento de Valdecilla Sur cuelga el cartel de 'completo' casi todos los días, no pasa lo mismo con el parking de Valdecilla Norte. Con 707 plazas en total, no suele haber problemas de espacio y, de hecho, en la tercera planta suele haber más plazas vacías que ocupadas. Una de las razones por la que se produce esta descompensación es que mucha gente cree que se trata del mismo aparcamiento que el Sur.
El Ayuntamiento de Santander destinará un total de 92.900 euros a apoyar proyectos de 23 asociaciones y colectivos de la ciudad dirigidos al fomento y la promoción de la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.
Entre los programas que se beneficiarán de las ayudas se incluyen proyectos de inserción socio-laboral para mujeres en riesgo de exclusión, iniciativas para la prevención de la violencia machista y líneas de trabajo encaminadas a favorecer la igualdad en colectivos especialmente vulnerables, entre otras actuaciones.
El concejal de Igualdad, Alvaro Lavín, subrayó que las inversiones municipales en este ámbito han aumentado casi un 100% respecto al presupuesto del año pasado, lo que, destacó, «constata el esfuerzo del Consistorio por satisfacer las solicitudes que se presentan».
«Desde la Administración debemos apoyar a las asociaciones que trabajan por una igualdad real y efectiva, y doblar la cuantía de estas subvenciones es una clara demostración de nuestro compromiso», concluyó.
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