El Ayuntamiento de Santander estudia también el contrato de basuras

Tras la rueda de prensa del martes, Gema Igual tuvo que volver a responder ayer sobre las incógnitas que rodean al contrato de Parques y Jardines. «¿Qué papel ha jugado Intervención en estos seis años?», le cuestionaron. Es decir, si, teniendo en cuenta que el periodo que se ha analizado en el informe abarca desde el año 2012, se podían haber detectado antes estas presuntas irregularidades. «La Intervención General no es un espía en el Ayuntamiento. Intervención da por hecho el buen funcionamiento de todos los pasos. Si hay un jefe de servicio que firma una factura, esa es responsabilidad del jefe de servicio. Cuando hay un responsable de un contrato esa es su responsabilidad», insistió Igual.

De hecho, como ya hizo en la rueda de prensa del martes, recordó los motivos que llevaron a analizar ese contrato en el informe. Las «incongruencias» detectadas, según señala el interventor. Y colocó su origen en los trámites de la nueva adjudicación del contrato de Parques y Jardines (que se inició en 2017 y aún no se ha adjudicado tras un proceso salpicado de interrupciones y polémicas). «Los servicios de Intervención que están presentes en la mesa de contratación detectan que el jefe de servicio tiene una postura que les hace ver y revisar el contrato». ¿Qué postura? «Es la primera vez en una mesa de contratación que todos los votos van en un sentido excepto el del jefe de servicio, que se ratificó en su primer criterio en varias ocasiones», explicó el martes. Un hecho que motivó las consultas a un organismo externo para valorar determinados aspectos de las ofertas presentadas y que fue acompañado de las protestas de los trabajadores por sus dudas -respecto a garantizar sus salarios- sobre la empresa mejor colocada para hacerse finalmente con el contrato.

Las protestas de los trabajadores que también se han dado en ocasiones en el ámbito de la recogida de basuras -unidas a las habituales de los usuarios con respecto a la limpieza de las calles- estuvo también en el origen de la pregunta a la alcaldesa sobre un segundo informe. Si también se estudia el contrato que supuso la adjudicación en 2013 a Ascán-Geaser, por 17,5 millones de euros anuales y un periodo de diez años. E Igual lo confirmó.

«El Ayuntamiento de Santander tiene maravillosos funcionarios, funciona muy bien, pero también tiene un autocontrol para que si algo no funciona lo podamos detectar internamente, como ha sido este caso», quiso señalar con un mensaje de prudencia y, a la vez, dijo, de «mano dura» si se detecta algo.