El Ayuntamiento garantiza que esta noche se lanzarán los fuegos

Leticia Mena

Santander

Jueves, 29 de agosto 2024, 17:19 | Actualizado 18:03h.

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Aunque las previsiones del tiempo para esta tarde-noche en Santander no son muy alentadoras, los fuegos artificiales en honor a los Santos Mártires se lanzarán esta noche en El Sardinero, tal y como está programado. Los dispositivos de pólvora están ya colocados en la playa y a las 23.00 horas será el gran momento. Desde el Ayuntamiento garantizan que todo sigue según lo previsto.

Aemet anuncia un fuerte tormenta eléctrica, por lo que el concierto de The Gordini en el Festival de las Naciones se ha anulado por la peligrosidad que suponen los rayos y relámpagos para los aparatos eléctricos. El grupo santanderino ha anunciado en sus redes la cancelación y la banda se muestra «triste» porque les hacía mucha ilusión tocar esta noche en Santander. «Contra la meteorología no podemos luchar. ¡Esperamos veros pronto!», han publicado.

El servicio municipal de transporte urbano de Santander (TUS) pondrá en marcha un dispositivo especial de refuerzo, con motivo de la celebración de las fiestas de los Santos Mártires este jueves, 29 de agosto, para facilitar los desplazamientos de los ciudadanos que acudan a disfrutar de los fuegos artificiales y de la orquesta que actuará hasta las 2.00 de la madrugada. Así, seis autobuses adicionales se sumarán al servicio ordinario.

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Este viernes, 30 de agosto, es fiesta en Santander. Cada año, la ciudad rinde homenaje a sus patronos, San Emeterio y San Celedonio, cuyas cabezas forman parte de la historia de la ciudad. Existen datos históricos que se han entrelazado con las leyendas que cuentan cómo de manera prodigiosa las reliquias llegaron a la capital cántabra tras un sorprendente recorrido.

San Emeterio y San Celedonio eran dos hermanos de Calahorra (La Rioja) que habían servido en las legiones romanas pero profesaron su fe cristiana en la época del emperador Diocleciano. Esto supuso que fueran perseguidos, martirizados y decapitados. La tradición cuenta que sus cabezas fueron arrojadas al río Ebro en una cesta y recorrieron todo el litoral de la Península Ibérica hasta llegar al Cantábrico y enfilar la Bahía de Santander. Allí, dicen, chocó con la Isla de la Horadada, que abrió un arco en sus entrañas. Ya el la bahía, la cesta llegó mansamente al Cerro de Somorrostro, entonces en plena línea costera, y allí fueron encontradas intactas pese a su larga travesía. Existe otro relato que asegura que las cabezas llegaron a la bahía en una barca de piedra.

Sobre la historia de las 'santas cabezas' hay publicaciones que aseguran que llegaron a estar desaparecidas durante un tiempo hasta su redescubrimiento en la actual cripta del Cristo, y bajo su advocación se construyó el monasterio de Somorrostro, después abadía y finalmente Catedral de Santander. José María de Pereda recuperó en 'Sotileza' el mito de que una gruta unía unas catacumbas de la Catedral con la Plaza del Cuadro, leyenda popular que también recuperó José Simón Cabarga.

En el año 1791, el Papa Pío VI declaró a San Emeterio y San Celedonio como patrones de la Diócesis de Santander a petición del Obispo Menéndez de Luarca consagrando el 30 de agosto como su día. Desde entonces se celebra su festividad en la capital cántabra con oficios religiosos para la veneración de las reliquias. Este miércoles, comenzará un pasacalles a las 11.30 horas amenizado por los Coros y Danzas de Santander, que irá desde el Ayuntamiento hasta la Plaza de Atarazanas. A las 12.00 horas, el obispo de la ciudad, Manuel Sánchez Monge, oficiará la tradicional misa en la Catedral, y el fin de fiesta tendrá como escenario la Plaza Porticada, donde el grupo local 'Maneras de Vivir' tocará a partir de las 22.00 horas.

Desde su declaración como patronos de la ciudad y de la Diócesis por el papa Pío VI, cada 29 de agosto las reliquias salen en procesión desde la iglesia del Santísimo Cristo hasta la Catedral, donde quedan expuestas hasta el día siguiente, cuando se celebra la misa mayor en honor de San Emeterio y San Celedonio.