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Han pasado ya más de tres años (octubre de 2021) desde que el Ayuntamiento de Santander rompiera su relación con Ascán-Geaser y encargara la recogida de residuos urbanos (el contrato de las basuras, como se le conoce popularmente) a PreZero. Lo hizo a través ... de un contrato de emergencia que llegó para un breve periodo de tiempo, pero que se ha ido alargando año tras año en medio de críticas a los políticos municipales por su gestión y, sobre todo, por la sensación de falta de limpieza que ha ofrecido la ciudad en los últimos tiempos. Problemas con la recogida, con el personal, con la maquinaria, con el sistema neumático;contenedores clausurados; quejas por la proliferación de ratas;conflictos judiciales con la anterior empresa adjudicataria; y, sobre todo, un malestar ciudadano cada vez más evidente han ido acumulado espacios en los medios de comunicación durante todo este tiempo a la espera de que el municipio pusiera solución.
Y el Ayuntamiento dio ayer, por fin, un paso esperado y decisivo para tratar de resolver el problema al anunciar la inmediata licitación (el lunes lo aprobará la Junta de Gobierno Local) de un nuevo contrato tras el varapalo judicial que anuló los anteriores pliegos.
Los aspectos claves del nuevo convenio fueron avanzados ayer por la concejala de Medio Ambiente, Margarita Rojo, a través de una nota de prensa. Así, el servicio saldrá a licitación por un importe total de 251 millones de euros (25,1 anuales) y por un periodo máximo de diez años sin posibilidad de prórroga. La cifra supera en dos millones al año el anterior pliego publicado hace tres años.
Las condiciones establecen además la obligación de que todos los medios materiales, como contenedores y maquinaria, sean de nueva fabricación, así como la subrogación de toda la plantilla, que se debe mantener como mínimo dado que no se permite ninguna amortización de puestos.
Los pliegos incluyen también el aumento de los volúmenes de contenerización, de forma que los vecinos tendrán más espacio para la recogida de residuos, que serán separados tal y como establece la nueva Ley de Residuos, cuyas condiciones se han incorporado en su totalidad al documento. De esta forma, para la recogida selectiva se establecerán los biorresiduos –dando un plazo de tres meses a la adjudicataria para la implantación del quinto contenedor, el de color marrón– y los de aceite de cocina usados.
Asimismo, se incrementa la frecuencia mínima a días alternos en papel-cartón, envases y residuos de envases y también se mejora la atención ciudadana con la puesta en marcha de redes sociales y la apertura de una oficina de forma presencial de lunes a viernes, en horario de mañana y tarde, atendida por personal cualificado que responda a las incidencias, quejas y sugerencias de los vecinos, debiendo incorporarse a la plataforma de gestión, y, para aquellas cuestiones que no se puedan responder en el momento, se establece un plazo no superior a 48 horas.
Todas estas mejoras –que llevan incorporadas inversiones adicionales de 2,6 millones de euros el primer año– se adaptarán a la evolución de la trama urbana del municipio, por lo que los licitadores deben prever en su oferta la evolución de Santander a diez años, de forma que se garantice una prestación global con altos niveles de calidad independientemente del año de vida en el que se encuentre el contrato y la evolución que pueda o no experimentar la ciudad.
Las inversiones contempladas el primer año afectan a la puesta a punto de infraestructuras del servicio, entre las que se encuentra la central de recogida neumática (500.000 euros), la contenerización soterrada (900.000 euros), y a los planes de choque para la eliminación de pintadas, limpieza de pavimentos, recogida de carteles y reposición de papeleras.
En cuanto a los plazos, una vez que se inicie el proceso de licitación la próxima semana, las empresas interesadas dispondrán de un periodo de sesenta días para presentar sus ofertas, con una adjudicación estimada para el verano y con el objetivo de que la empresa esté completamente operativa en un año.
«Queremos los más altos estándares de calidad en la limpieza de Santander y por eso hemos trabajado para elaborar con el mayor rigor técnico unos pliegos muy detallados que garantizan un estricto control a la empresa adjudicataria, y contemplan multas tipificadas de leves, graves y muy graves que pueden llevar a la rescisión del contrato», valora en el comunicado de prensa Margarita Rojo.
La concejala responsable del área asegura que la licitación del nuevo contrato responde a la subsanación de los requerimientos que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales planteó para anular el pliego sobre este servicio aprobado en febrero de 2023. Y precisa que los pliegos que la Junta aprobará el próximo lunes han sido sometidos a «una revisión técnica exhaustiva para garantizar la máxima seguridad jurídica y han tenido en cuenta todas las indicaciones realizadas desde el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales.
También explica que el expediente cuenta con el informe preceptivo del Comité Superior de Precios del Estado acerca del estudio técnico sobre los costes del servicio, en el que figuran todos los necesarios para el desarrollo de la actividad: personal, amortización y financiación, funcionamiento de la maquinaria y equipos, y gastos generales.
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