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Para el Ayuntamiento de Santander la primera opción para reabrir al paseo ciudadano el Muelle de Maura es la rehabilitación de los pilares y vigas de hormigón armado que están muy dañados, tanto que la Autoridad Portuaria lo ha cerrado al paseo. ... Como explica César Díaz, concejal de Infraestructuras, reparaciones de este calado «se hicieron en otras partes del muelle y podría hacerse también en esta estructura tan deteriorada del Muelle de Maura».
El equipo de Gobierno ya ha instado al Puerto a que agilice los plazos para tomar la decisión de reconstruir y reabrir finalmente al público porque en palabras de la alcaldesa, Gema Igual, «los santanderinos están acostumbrados a ese paseo y quieren seguir disfrutando de él».
En el Puerto son conscientes de que para Santander este paseo marítimo tal como se conoce hoy es esencial para la vida ciudadana y, según explica Jaime González, presidente de la Autoridad Portuaria, «intentaremos agilizar todo lo posible los plazos» para decidir qué hacer con la estructura de Maura.
Su primera opción ha sido demoler el muelle, aunque el Ayuntamiento opta por la rehabilitación. No obstante, González ya ha aclarado que «cualquier actuación que se lleve a cabo se hará en coordinación» con el Consistorio.
Pasarán meses antes de que se determine la actuación a realizar sobre el Muelle de Maura, construido en el año 1941 y que en parte sustituyó una anterior estructura de madera en forma de martillo en la que atracaban los barcos para descargar. Uno de los varios martillos que salían de los muelles para facilitar la descarga de las mercancías que llegaban en barcos a Santander.
Lo acordado ente ambas partes en primera instancia es que hay que ser capaces de mantener el espacio de uso público para la ciudad por el valor histórico que tiene y también el valor económico-turístico. Y se desea que la solución no se eternice en el tiempo. El Muelle de Maura fue realizado a base de pilotes de hormigón hincados en el lecho marino y sobre los que se montó la estructura de pilares, vigas y viguetillas de hormigón.
Si su reparación puede realizarse a pesar del mal estado deberán determinarlo los expertos, dice César Díaz; y el presidente del Puerto, Jaime González, apunta que quizá «con las nuevas técnicas disponibles» sea posible realizarlo.
El Ayuntamiento desea agilizar los plazos, pero es sabido que los tiempos del Puerto son muy diferentes al de la administración municipal. Sin ir más lejos, la reforma de la estación del ferri, que se anunció hace más de dos años, no saldrá a licitación hasta enero próximo.
El Puerto ya tiene el proyecto básico de reforma con un presupuesto de inversión de 1,4 millones de euros, sobre una superficie construida computable de 4.140 metros cuadrados. La finalización de la obra está prevista para 2019, pero el proyecto constructivo (entregado en el mes de octubre de 2018) está en fase de supervisión y aprobación técnica.
Ayer, la diputada de Podemos, Rosana Alonso, anunció que ha registrado una pregunta en el Congreso de los Diputados sobre el estado de los muelles de los puertos de Cantabria, tras ser cerrado al público el Muelle de Maura. Alonso quiere saber si la Autoridad Portuaria de Santander «ha realizado o va a encargar la elaboración de un análisis del estado de deterioro que presentan todos los muelles, tanto aquellos que tienen actividad portuaria como los que están abiertos para el disfrute de la ciudadanía».
Alonso recordó que «en septiembre de 2017, varios trabajadores sobrevivieron al desplome de 50 metros del Muelle de Maliaño. Y esta semana se ha precintado el de Maura al presentar un riesgo elevado para la seguridad de los viandantes».
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