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ALEJANDRA ENRÍQUEZ
Martes, 10 de agosto 2021, 07:08
En la primera mitad de este año se han plantado en diferentes puntos de la ciudad casi 1.500 árboles (en concreto, 1.492). Es la cifra más alta en los últimos nueve años. El periodo de más actividad hasta ahora era el comprendido ... entre 2013 y 2015, con una media de 645 árboles repartidos por el mapa santanderino. Por contra, entre 2016 y 2020 -este último condicionado por el confinamiento-, se plantaron únicamente 61 por año.
La previsión para este 2021 era alcanzar los mil ejemplares. Sin embargo, esos cálculos se han superado con otros quinientos. Para ello, se han elaborado dos nuevos planes de arbolado. Uno, con la reposición de alcorques y parterres vacíos y otro, con las plantaciones ciudadanas en zonas urbanas y periurbanas, que incluyeron 25 especies diferentes. Estas actividades comenzaron en enero y se desarrollaron hasta junio, durante todos los últimos sábados de cada mes. Las jornadas se llevaron a cabo en colaboración con SEO-Birdlife, asociacion que apuesta por la conservación de la biodiversidad con la participación e implicación de la sociedad. Las seis actuaciones estuvieron, además, supervisadas por el servicio de Parques y Jardines.
El parque de La Remonta fue uno de los seis lugares elegidos. Allí trabajaron miembros de la asociación Ampros, que crearon un mini bosque urbano con doscientas especies propias del robledal mixto. En el del Doctor Morales se cultivó un nuevo seto, con 65 plantas de entre 80 y 120 centímetros de altura de especies frutales. Lo hicieron usuarios de la fundación Obra San Martín. En Las Llamas, los jóvenes del Centro Trenti plantaron 75 arbustos para reforzar el bosque de Ribera. Y, posteriormente, en Monte se llevó a cabo una plantación de 72 arbustos de distintas especies con la institución Ascasam.
Aún quedaron dos actuaciones. En San Román, seis rodales arbustivos formados cada uno por doce plantas. Además, la alcaldesa, Gema Igual, aprovechó para plantar un arce dentro de la iniciativa 'Un árbol por Europa', que busca crear conciencia social acerca de la sostenibilidad en el ámbito local. La última plantación tuvo lugar en el parque de Ciriego, donde los usuarios de Aptacam 'pinaron' 120 arbustos de distintas especies para la creación de un mini bosque encinar costero. Actuaciones como estas volverán pasados los meses de verano para asegurar las mejores condiciones de siembra.
A esto se suman las 265 reposiones del arbolado. Repoblación y sustitución de plantas en mal estado por otras nuevas en alcorques vacíos, parterres y zonas ajardinadas de diferentes zonas. Castelar, Avenida de Los Castros, Plaza de Pombo, Alameda de Oviedo, Castilla, Pancho Cossío o Luis Zorrilla, entre otras. En alguna de las calles se ha tenido que cambiar de especie por las propias condiciones de las plantas -si son muy frondosas-, o de las calles -si es muy estrecha-, por lo que se modifica por otras de menos porte.
Además, se realizaron 31 trasplantes durante los meses de enero y febrero para garantizar el arraigo de los árboles. Se trata de ejemplares que, por determinadas circunstancias, no pueden seguir creciendo en una zona y se requiere un traslado. Ocurre con las obras, como pasa, por ejemplo, con las plantas de los Jardines de Pereda por las labores del Banco Santander. El arbolado se 'muda' a espacios donde se necesiten más plantaciones.
Durante esos mismos meses se han creado 755 bosques urbanos, que se pueden encontrar en parques como el de Rostrío o el de Ciriego. O en la rotonda del Palacio de Deportes. Estas actividades requieren un mantenimiento importante de cada alcorque y parterre por parte del servicio de Parques y Jardines.
Santander -según el Ayuntamiento- es una de las ciudades españolas «con más espacios verdes por habitante, con alrededor de veinte metros cuadrados de áreas verdes por ciudadano, por encima de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que establece al menos un árbol por cada tres habitantes y un mínimo de diez metros cuadrados de zona verde por habitante para respirar un mejor aire».
No obstante, en los últimos años no han faltado polémicas vinculadas al arbolado. Por ejemplo, en el verano del 2019, varios vecinos de la Plaza de Pombo se quejaban de los problemas que les generaban los magnolios en sus viviendas. Por contra, residentes de la calle Alta protestaron porque la construcción del elevador había supuesto que se «talasen varios árboles», una denuncia repetida en varias zonas.
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