El Ayuntamiento de Santander y el Ministerio acuerdan la construcción del segundo espigón de La Magdalena

Igual aprovechó la visita que hizo la ministra a la fábrica de Solvay, en Torrelavega, para intentar sacar algo en claro sobre este culebrón que comenzó hace más de una década. Y así fue. La regidora se citó primero con Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente, para abordar los asuntos pendientes entre ambas administraciones. Un encuentro al que se sumó más tarde Aagesen y en el que visitaron, junto a la delegada del Gobierno, Eugenia Gómez de Diego, los arenales.

Fue allí donde también abordaron otras cuestiones importantes para Santander. Por ejemplo, el futuro del edificio Rema, que albergaba un bar-restaurante en El Sardinero hasta que cerró en 2013. Desde entonces, su deterioro ha sido imparable. «El Ayuntamiento se ha comprometido a solicitar la concesión para utilizarlo conforme a la Ley de Costas», anunciaron las dos mandatarias tras el encuentro.

«Nuestro compromiso con la ciudad de Santander es hacer todas estas obras lo más rápido posible, de forma ágil, y hacer todo lo que sea necesario para conservar el litoral. Por eso también hoy anuncio que no solo actuamos en estos dos espigones de La Magdalena, sino que vamos a hacer un conjunto de actuaciones en el litoral de Santander por un valor de más de seis millones de euros». Como las necesarias para estabilizar la Segunda Playa de El Sardinero. Es decir, los tres rompeolas. «Este invierno se ha acumulado arena en la zona erosionada, pero sigue siendo conveniente acometer estas obras y evitar así la degradación de esta playa». Por su parte, Igual agradeció a la vicepresidenta y al secretario de Estado su «sensibilidad hacia la ciudad al retomar una actuación demandada por los ciudadanos de Santander. La playa no solo es ornamental o de ocio, también es la protección del litoral». Y adelantó que el Ayuntamiento trabajará junto al Instituto de Hidráulica de Cantabria para que, una vez que el Ministerio finalice las obras, «se puedan llevar a cabo acciones que permitan mejorar la integración visual y paisajística de los espigones de La Magdalena».

El acuerdo alcanzado ahora pone fin a una de las disputas políticas que ha vivido la ciudad durante los últimos años. Y es que hace falta remontarse hasta 2016 para entender el origen del conflicto. Fue entonces cuando el Gobierno de España, que presidía el PP, dio luz verde y difundió un proyecto que el Ayuntamiento de Santander reivindicaba desde hacía una década. Tras estudiar distintas alternativas –el Instituto de Hidráulica llegó a presentar diez propuestas– se optó por la construcción de dos diques. El primero con dos brazos (140 metros y otro de 60 en otro ángulo) en la zona del Balneario y otro adyacente al promontorio de San Martín. Sería de 120 metros y otros 100 sumergidos bajo el mar.

Aún tendrían que pasar dos años para que las máquinas de Tragsa comenzaran a trabajar sobre el terreno para ejecutar un plan, con un presupuesto de 1,4 millones de euros, que contemplaba construir los diques para impedir la pérdida constante de arena y poner fin a la necesidad de realizar rellenos cada primavera. Además, las obras permitirían garantizar la seguridad de las edificaciones del entorno y de los ciudadanos que usan estos arenales. El problema llegó cuando, en junio de 2018, el Parlamento cántabro (con mayoría PRC-PSOE) aprobó pedir al central que paralizase por completo los trabajos, a lo que el Ministerio accedió en septiembre de ese mismo año. Entre medias, se celebraron las elecciones municipales de 2019, en las que el PP de Santander formó gobierno en coalición con Ciudadanos, que exigió una condición: desmantelar el espigón que sí se construyó y evitar la construcción del segundo. Por lo que la regidora cambió su guion y aceptó para así poder gobernar en Santander.

Pasaron tres años hasta que las máquinas abandonaron de forma definitiva el arenal, además de retirar los escombros. Se comenzó a trabajar en el desmantelamiento y el proyecto recibió ese mismo año el visto bueno medioambiental para dejar la playa tal y como estaba.

El motivo que explica el acuerdo al que llegaron el Ayuntamiento y el Ministerio radica en mayo de 2023, cuando Gema Igual (PP) ganó las elecciones municipales, esta vez con mayoría absoluta. Ya nada le impedía volver a la casilla de inicio y solo dos meses después de revalidar la alcaldía, en el primer Pleno ordinario, el PP registró una moción –que fue aprobada– en la que exigían al Ministerio que no desmantelara el espigón ya construido y que retomara la construcción de la escollera que falta. Casi un año y medio después, la regidora y su equipo lo han conseguido.

Tras darse a conocer el acuerdo alcanzado, el portavoz del PSOE en Santander, Daniel Fernández, además de criticar los «cambios de criterio» de Igual, agradeció al Ministerio «la voluntad constructiva y la disposición para dar solución a los problemas» cediendo el Rema al Ayuntamiento y «cambiando la protección de La Horadada para poder derribarlo». «En Santander había una total unanimidad tanto en el Ayuntamiento como en el Parlamento de Cantabria en 2019 para paralizar este mal proyecto para la ciudad por su enorme daño medioambiental, patrimonial y paisajístico y Gema Igual ha hecho todo lo posible para salirse con la suya», añadió. A su juicio, es «evidente» que el Gobierno de España no ha cambiado su posición. «Dijo que llevaría a cabo el plan que decidieran el Gobierno de Cantabria, el Parlamento y el Ayuntamiento».

Este es el segundo gran acuerdo que cierra el Gobierno de España en Cantabria en menos de una semana. El anterior también sirvió para resolver un asunto enquistado que enturbiaba las relaciones entre la comunidad autónoma y el Gobierno como era la fórmula para construir la estación intermodal del centro logístico de La Pasiega. En ese caso, el pacto lo alcanzaron el pasado jueves el Ministerio de Transportes y el Ejecutivo regional, de tal forma que la obra, con un presupuesto aproximado de 40 millones de euros, se financiará al 50%. Eso sí, será la Consejería de Industria la que se encargue de licitar la actuación. Previamente, deberá redactar el proyecto constructivo.