El Ayuntamiento de Santander retira el quiosco junto al Marítimo por estar «deteriorado y sin uso»

Como explican desde el Consistorio, se trataba de una estructura de madera que no estaba catalogada «en ningún nivel de valoración patrimonial ni arquitectónica» y cuya ubicación restaba espacio para los peatones, ya que se localizaba en una zona «de especial incidencia de tránsito» en la que confluyen el paseo marítimo, el carril bici, la estación de bicicletas eléctricas, una parada del TUS y los accesos a los pantalanes donde atracan más de cien embarcaciones. Los vecinos de la zona, además, habían alertado de su degradación por el paso del tiempo. Por todas estas razones, la Junta de Gobierno Local aprobó en marzo declararlo como «efecto no utilizable» y el Servicio de Talleres Municipales procedió la semana pasada a su retirada de la vía pública sin intención de reponerlo.

Aunque hace años que está en desuso, esta infraestructura se ha destinado a diferentes usos en varias ubicaciones de la ciudad. En su origen fue un quiosco municipal dedicado a la venta de cupones de la ONCE y estaba ubicado en la Plaza de Pombo. Años después, con motivo del Mundial de Vela, el Ayuntamiento lo cedió a la Real Federación Española para que pudiera utilizarlo para promocionar y difundir el evento. Con ese fin, se cambió el emplazamiento y se colocó junto al Club Marítimo, donde estaba más cerca de las actividades relacionadas con el Mundial. Para realizar este traslado, se solicitó la correspondiente autorización de la Autoridad Portuaria de Santander (APS). Pasó cuatro años en desuso hasta que en 2018 se sacó a licitación para su explotación y se adjudicó a City Expert, la empresa que gestiona actividades turísticas como el autobús rojo de dos plantas que recorre la ciudad y el magdaleno. Pero tras el fin de ese contrato no ha vuelto a tener uso, lo que ha llevado finalmente a su retirada.

La madrugada del miércoles, un camión de los Talleres Municipales se desplazó a Puertochico a retirar el quiosco. Aunque aún era temprano, un vecino captó una instantánea que ha dado lugar a todo tipo de comentarios en redes sociales, la mayoría a favor de restaurarlo y volver a colocarlo donde estaba, algo que no va a ocurrir. «Espero que esta retirada sea para restaurarlo», comentaba un usuario al que otro daba la razón: «Eso espero, es un icono del paseo». Otro daba ideas: «Ojalá lo reactiven como punto de información turístico».

El área de Puertochico se está sometiendo a un lavado de cara en los últimos meses. A la retirada de este quiosco, en mal estado, se suma la renovación de los pantalanes del puerto deportivo, que ya están casi instalados. En concreto, las nuevas infraestructuras corren a cargo del Grupo Deportivo de Mar y Grupo Deportivo y Cultural de Molnedo, con más de 200 atraques (111 amarristas la primera y 102 la segunda). Las primeras intervenciones arrancaron a finales de noviembre y se centraron en el desmantelamiento y la limpieza del fondo para, después, poder colocar los pilotes, que fue la fase más larga. Una vez terminada esa parte, hace algo más de un mes, arrancó la instalación de los pantalanes, que ya está muy avanzada.

La renovación ha costado un millón de euros (cada asociación paga en torno a 500.000 euros, ya que la obra se hace de forma conjunta) y el desembolso corre a cargo de los socios. Cada uno ha tenido que pagar de 3.500 a 6.500 euros en función del tamaño de los barcos, que van de los cuatro a los siete metros. Durante las obras, cada uno ha tenido que buscar una solución para su barco: llevarlo a casa o dejarlo en empresas de invernaje.