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Una botella de cristal de una bebida alcohólica flota sobre el estanque del parque de Mataleñas. También hay latas de cerveza, botellas de plástico y bolsas de chucherías y snacks. Muy cerca de toda esta basura, un grupo de patos chapotea entre el verdín que ... cubre el agua del estanque. Una imagen que no es nueva para los vecinos de Santander y turistas que pasean por uno de los parques con mejores vistas de la ciudad. Lo que sí es novedad –de los últimos días– es que el recinto cada vez tiene menos agua. Se debe a que la empresa Légamo, encargada del servicio de Parques y Jardines, realiza «de forma regular labores de mantenimiento en el estanque de Mataleñas», explican fuentes municipales. Aun así, la imagen no mejora. «Da pena verlo», coincide un grupo de vecinos que camina por este parque a diario.
Los trabajos consisten en el vaciado del estanque y «la realización de las tareas correspondientes a la limpieza completa del vaso del mismo». También incluyen la retirada de residuos y sedimentos. «Posteriormente se procede al llenado del estanque, con el correspondiente seguimiento y limpieza de la superficie», informan desde el Ayuntamiento.
A pesar de las explicaciones sobre los trabajos que están realizando desde el servicio de Parques y Jardines, hay quienes no entienden por qué el estanque se encuentra en este estado. Porque no es una situación nueva. «El aspecto que da al verlo es lamentable. Así que si efectivamente están limpiando... ya era hora», comentaba ayer por la mañana Margarita, que siempre que la lluvia se lo permite, se da «un buen paseo mañanero» por Mataleñas y atraviesa todo el recinto natural. Aunque entiende que la responsabilidad es compartida. «Estaría bien un poco de civismo y que la gente no tire basura al agua, que ahí hay patos», añade esta vecina.
Ya se ha convertido en una imagen habitual ver el verdín que cubre todo el estanque. Una laguna verde que se produce por la planta lenteja acuática. Según explican desde SEO/BirdLife, se trata de un «alimento rico en nutrientes para patos y aves acuáticas y su presencia es indicador de que hay riqueza medioambiental en los humedales y de que el proceso natural funciona».
Sin embargo, Ecologistas en Acción ya ha defendido en varias ocasiones que la lenteja acuática «debe ser retirada manualmente en su mayor parte» y «debería compostarse porque puede generar problemas como malos olores y contaminación del agua».
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