La bahía, un campo de pruebas para una emergencia sanitaria

La dotación de la Comandancia Naval de Santander presentó la actividad, enmarcada en los ejercicios de seguridad marítima Marsec-23 (Maritime Security) que cada año se realizan en un puerto español. La práctica consistió en el levantamiento de un cadáver a bordo de un buque mercante –simulado en este caso por el barco de la Armada 'Arnomendi'–, y la evacuación hospitalaria con una ambulancia del 061 de dos miembros de la tripulación con síntomas compatibles con la enfermedad de Marbug, así como la evaluación y puesta en cuarentena del resto de la tripulación.

Intervinieron también en el simulacro la Dirección General de Salud Pública, la subdirección General de Sanidad Exterior; la Delegación del Gobierno de Cantabria; la Autoridad Portuaria; Capitanía Marítima; Sanidad Salvamento Marítimo; Cruz Roja; Prácticos; Protección Civil; Instituto Social de la Marina; Instituto de Medicina Legal; Consignataria 'Cantabriasil' y empresas de desinfección, de servicios funerarios y de gestión de residuos.

Sorpresa en tierra

Muchos paseantes que observaron desde tierra la actividad en el agua quedaron sorprendidos por el despliegue de medios. Un helicóptero, barcos y varios drones escoltaron al buque hasta su llegada a tierra para la posterior evacuación de los infectados.

El fin de esta actividad es proporcionar un enfoque integral ante incidentes de salud pública en el ámbito marítimo. Para ello es clave valorar la coordinación entre los distintos organismos implicados en la preparación y respuesta a este tipo de sucesos.

Estos ejercicios están organizados por la Subdirección General de Sanidad Exterior como organismo competente en las actividades de vigilancia y control de los riesgos para la salud pública en los puntos de entrada al país.

En la sede de la Comandancia Naval también fueron convocadas diferentes personalidades, como la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones, o el presidente del Puerto, Francisco Martín, entre otros.