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En permanente conflicto con Dios por su silencio ante el sufrimiento y las injusticias, el padre Alberto Pico es recordado por el descomunal trabajo que realizó durante cuarenta años en defensa de los derechos elementales de todos los vecinos, creyentes, agnósticos o ateos, del populoso ... Barrio Pesquero. Fallecido el 2 de junio de 2014, el día de la abdicación del Rey, el cura, a quien uno de sus fieles calificó durante el sepelio como «una obra social hecha persona», vive en la memoria de sus paisanos a cada paso que estos dan por el paseo que lleva su nombre, con el que también fueron bautizados el instituto construido sobre los terrenos que el párroco consiguió expropiar al Obispado después de no pocos sofocones y los premios solidarios con los que el Festival de las Naciones y el Ayuntamiento de Santander reconocen cada año desde 2010 acciones que llevarían la impronta del sacerdote.
Este miércoles, en su duodécima edición, los galardones, siete barcos pesqueros hechos a escala que representan muy bien el lugar en el que cura desarrolló su misión, fueron a parar a manos de personalidades y organismos que desde ámbitos muy dispares –la comunicación, la gastronomía, el deporte, el arte o la moda– se esfuerzan por mirar lo que sucede a su alrededor y mejorarlo, que es, en definitiva, lo que el párroco sabía hacer.
Íñigo Noriega
Director de El Diario Montañés
Manuel Sánchez Monge
Obispo de Santander
Por su implicación social subieron a bordo los voluntarios de Protección Civil de Santander, que enviaron a la ceremonia a una pequeña representación encabezada por Carlos García, más amigo de los hechos que de las palabras.
Por su emprendimiento y talento embarcaron las hermanas Ana y Cami Mancina, propietarias del Centro Profesional de Danza Mancina de Santander. Premiadas por servir de lanzadera para jóvenes bailarinas, ambas recordaron a sus padres, «que fueron quienes nos enseñaron valores como el esfuerzo, el trabajo, la constancia y la responsabilidad».
1. Manuel Sánchez Monge. Solidaridad y valores
2. Odette Álvarez. Moda de varguandia
3. El Diario Montañés. Información centenaria
4. Jesús Sánchez. Excelencia gastronómica
5. Real Racing Club. Deporte y empesa
6. Protección Civil de Santander. Implicación social
7. Centro de Danza Mancina. Emprendimiento y talento
Con ellos abordaron un barco al que luego se subió el Racing, que, siempre involucrado en causas sociales, recibió el premio Deporte y Empresa. Lo recogieron Víctor Diego y Montserrat Peña. Exfutbolista y director de relaciones institucionales del club, él se subió por el lado deportivo: «Me gustaría pedirle al obispo, aprovechando ya que está aquí, que rece por nosotros», pidió el racinguista con la mente puesta en la clasificación del equipo. Administrativa y consejera, ella lo hizo por el social recordando «el callado trabajo que realiza la Fundación Racing».
Detrás de ellos embarcó la diseñadora Odette Álvarez, distinguida con el premio Moda de Vanguardia que tan orgullosa le hizo sentir a la modista.
Y a continuación lo hicieron Íñigo Noriega, Jesús Sánchez y Manuel Sánchez Monge.
El director de El Diario Montañés, que fue galardonado con el premio Información Centenaria coincidiendo con la celebración del 120 aniversario del periódico, puso en valor a aquellas instituciones que, como este diario, «logran superar en años de vida a las personas que las crean y las mueven precisamente porque tienen unos valores y unos fines que cumplir».
El chef y propietario del restaurante Cenador de Amós, donde lucen tres estrellas Michelin, abrazó su enésimo premio, Excelencia Gastronómica esta vez, con especial cariño porque «hablar del padre Alberto Pico es hablar de valores», entre ellos, dijo, «el valor del servicio, que tan denostado parece hoy».
Y el obispo recogió el premio Solidaridad y Valores en el nombre de la Diócesis de Santander, «una ciudad a la que Alberto Pico irradió la cercanía con las personas más necesitadas y empobrecidas desde el Barrio Pesquero». Seguro de que el galardón servirá como acicate para la continuidad de ese trabajo solidario por el que tanto se significó el añorado sacerdote, Sánchez Monge, que camina hacia la jubilación con paso ligero y oído excelso, concluyó: «Y sí, rezaré para que el Racing ascienda».
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