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Las asociaciones de vecinos de Santander «apoyan sin fisuras» la decisión tomada por el Ayuntamiento de dar término, tres años antes de lo previsto, al contrato de limpieza viaria y recogida de basuras adjudicado a Ascán Servicios Urbanos Geaser desde 2013 -y que la ... empresa achaca al recorte del propio Consistorio en los pliegos y el Contrato-. Sus portavoces explican que «en los barrios hemos sufrido los problemas derivados de la falta de limpieza desde el inicio de la concesión». Ya sea un barrio céntrico o del extrarradio, el comentario es unánime: «La falta de personal es evidente y el nivel de calidad ha caído mucho año tras año».
En Cazoña, Monte, Cueto, General Dávila, San Fernando, Vargas, Marqués de la Hermida, Cañadío, Pombo, Paseo de Pereda o Tetuán. En todos estos puntos de la ciudad se quejan de que conviven a diario con «suciedad, malos olores, basura acumulada en las aceras, rotura de contenedores sin se repongan hasta pasados muchos meses, escasez de barrenderos, de maquinaria con mangueras de agua y aparición de ratas y cucarachas». Por eso, entienden que la empresa que ha prestado el servicio durante siete años y medio «no se puede sorprender de que le quiten la concesión, cuando lleva años registrando innumerables quejas sin poner solución».
Durante la pasada reunión del Consejo de Distritos, la falta de limpieza de los barrios volvió a ser el «principal tema sobre la mesa», señaló Ramón Carrancio, presidente de la Federación de Vecinos Ciudad de Santander y Cantabria. «En el entorno de General Dávila solamente hay un barrendero para quince barrios. Esto es insuficiente». Por eso opina que «el cambio de concesión es la mejor solución para la ciudad y un aviso a navegantes». «A la próxima adjudicataria le puede pasar lo mismo si no cumple con los estándares de limpieza».
LA DENUNCIA
FALTA DE PERSONAL
«La pena es que Santander ha ido perdiendo calidad en este servicio y de ser una ciudad que destacaba por su buena imagen, hemos bajado hasta no aparecer ni entre las veinte ciudades más limpias de España», lamenta Luis Ángel Huerta, de Amigos de Cazoña, otro de los barrios que denuncian haber «sufrido muchos años un servicio de limpieza y recogida de basuras deficitario».
Huerta pidió que alguien asuma responsabilidades porque «han sido muchos años mirando para otro lado». En su opinión, «el Ayuntamiento también debe asumir su culpa por no seguir un control y permitir que desde hace al menos cinco años la situación haya sido límite».
Uno de los primeros barrios que denunció las faltas del servicio de la recogida de basuras fue Marqués de la Hermida. Después de años emprendiendo distintas acciones para revertir la situación sin éxito, ahora una de las vecinas de la calle Nicolás Salmerón, Vanesa Ruiz del Corral, dice sentirse «satisfecha con la decisión del Ayuntamiento, sabiendo que no se van a perder los puestos de trabajo y que seguirán cobrando sus sueldos los empleados».
«Se han intentado soluciones amistosas. Como no servían, se probó con sanciones, pero nada ha funcionado. La empresa no ha solucionado las irregularidades y tiene 24 expedientes abiertos», recordó esta vecina.
El presidente de la asociación de vecinos Los Arenales, Juanjo de la Torre, cree que la situación «es dura para la empresa que perdería la concesión, pero no ha quedado más remedio». «Ahora -dice- volvemos a la casilla de salida y es el momento de intentar recuperar la buena imagen que en Santander tuvimos hace años».
Los vecinos de este barrio de entrada y salida de Santander muestran en sus móviles fotografías de las aceras repletas de basura, muchas veces de grandes volúmenes, como colchones o sillas viejas. También muestran imágenes de los buzones de recogida neumática bloqueados, casi siempre por el mal uso de los ciudadanos al introducir bultos no permitidos.
15barrios del entorno de General Dávila comparten un único barrendero, según los vecinos.
Por este motivo, aunque un posible cambio de adjudicataria les alivia en parte, mantienen dudas sobre el resultado. «No sabemos si la empresa que llegue será capaz de trabajar con el nivel de basura que la gente tira en las aceras» y señalan a los comercios y bares como «los otros culpables de la suciedad del barrio», al depositar las cajas sobre la acera y el cartón sin doblar incumpliendo las ordenanzas. «Durante un tiempo y tras lucharlo mucho en el Ayuntamiento, la Policía estuvo sancionando este comportamiento, pero en cuanto dejaron de hacerlo, ha vuelto a ser igual», apuntan desde la asociación de vecinos.
En el Río de la Pila la opinión por parte de la asociación de vecinos no difiere del resto de barrios. «La calle está hecha una pocilga, pero es extensible al resto de la ciudad. El Paseo de Pereda también está sucio. No hace falta que te lo cuenten, la suciedad no se esconde, no hay más que salir a dar un paseo y fijarse», asegura Jesús Garay, presidente de la asociación vecinal. «La falta de personal es uno de los problemas más palpables», añade. «Por aquí no vemos pasar al barrendero, mientras que hace años pasaba a diario y le ponías cara y charlabas con él. Ha habido un incumpliendo del pliego prolongado en el tiempo».
No todo el problema se achaca a la empresa gestora del servicio. En Pombo y Cañadío, zonas donde se concentran muchos bares, «existe una falta de concienciación de los ciudadanos» a la hora de depositar la basura como pone en las ordenanzas, afirma el presidente de la asociación vecinal, Ricardo Alea, que denuncia que «se dejan las bolsas de basura mal cerradas, todo se arroja fuera y esto es el foco de los malos olores». «Además hay montañas de vidrio que se sacan de madrugada, al cierre de los bares y permanece horas a la vista, antes de que pase el camión. Tampoco se doblan correctamente los cartones que taponan la boca de los contenedores. O esto cambia o la próxima concesionaria tampoco podrá hacer bien su trabajo».
En otros puntos menos céntricos, el problema añadido son los vertederos ilegales. «Han aumentado de 13 a 17 puntos y cada vez se recogen con menos frecuencia», lamenta Santiago Sierra, de la asociación de Cueto. Además, en Vadenoja «las nuevas instalaciones ya están en mal estado, en solo un año de uso, y hay contenedores rotos que no se cambian».
En Monte, la asociación informa de que «la recogida en el barrio ha sido y es muy deficiente». «Esperábamos la decisión. Lo más notorio ha sido la escasez de personal, que ha ido a menos. De limpieza diaria se ha pasado a un día a la semana».
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