Un Burger King en los bajos del Casino

El segundo de los contratos que ya está confirmado es con el Grupo Hospitalario Quirónsalud, que abrirá sus consultas en El Sardinero. Y hay otro acuerdo cerrado. La farmacia que está actualmente en la zona antigua se reubicará y pasará a instalarse a los pies del Casino.

Sobre la mesa queda pendiente cuál será el futuro del otro par de locales disponibles. Las negociaciones ya están en marcha. No obstante, aunque todavía no hay nada cerrado, el Grupo Sardinero ya adelanta que en ambos casos se instalarán negocios de hostelería. Pero habrá que esperar para conocer sus nombres. Así, una vez la propiedad ha dado este paso y se cierren los contratos con las cadenas, será el Ayuntamiento de Santander quien deberá conceder las oportunas licencias para que cada establecimiento actúe y acondicione el local como corresponda en función del tipo de negocio.

Lo cierto es que la obra despertó desde el principio el interés de muchos establecimientos que llamaron a la propiedad para preguntar por el alquiler de esos nuevos locales que se iban a habilitar. Llamadas que ahora empiezan a tener nombre propio. Fue en mayo de 2022 cuando comenzaron las obras con las que los bajos del Casino se despedían de las míticas 'peceras', esas extensiones de los establecimientos hosteleros que durante décadas hicieron las veces de terraza cerrada. Ahora, casi un año después, mientras avanzan los trámites administrativos, esas actuaciones dan ya sus últimos pasos. A simple vista puede parecer que el proyecto está finalizado. Pero sólo es en apariencia, porque aún quedan «algunos detalles pendientes», explica el arquitecto encargado de la obra. Falta pintar y, en resumen, «entrar a rematar».

Durante estos doce meses, los trabajadores se han encargado de demoler los bajos y eliminar los muros interiores para conseguir espacios más diáfanos. El objetivo principal era preparar el amplio espacio del edificio, de aproximadamente 2.430 metros cuadrados de superficie, para después dividirlo en nuevos locales en los que, ya se sabe, predominará la hostelería.

En este tiempo también han pasado por la Plaza de Italia las palas que se encargaron de echar abajo parte del tejado que cubría los bajos del Casino. Un paso más en ese camino de rehabilitación del espacio y de recuperación de la imagen clásica del edificio. El objetivo era claro: que la parte derecha del Casino -al mirarlo de frente- quede igual que la izquierda, donde se ubican negocios como una farmacia, una entidad bancaria y un restaurante. Además, con esta intervención también se espera «recuperar la actividad» del entorno de la plaza, que en 2021 vivió su propio proceso de renovación. Tras 18 meses de trabajo, la zona quedó conectada con los Jardines de San Roque y, así, se ganaron 2.000 metros cuadrados para vecinos y turistas.