En busca de inversor para surcar el mar

Ofrecer formación náutica, convertirse en un estandarte de los valores del mar o la navegación y también ser un «símbolo de las capacidades de Cantabria como región ligada a la 'economía azul'» -la que entiende, resumiendo, los océanos como motores económicos en un modelo sostenible-. Incluso, ser un futuro icono de Santander y de la bahía. De eso hablan los promotores de la idea al referirse a objetivos. «Un aula abierta al mar y al viento a través de la cual conocer y aprender, desde dentro, la ciencia y el arte de la navegación clásica», figura en la página web de la Fundación, en la que aluden también a «protección y promoción» del litoral. De todo eso se encargaría el barco. Y todo, ligado también al propio Festival del Mar, que vive estos días su tercera edición en la ciudad.

1,7

millones (1.750.000 euros, en concreto) es el presupuesto para la construcción del buque escuela

«Que Santander continúe siendo, como en los últimos años, una referencia de los grande veleros en Europa y empezando en España. Que seamos una base, un puerto amigo de los grandes veleros, de los buques escuela», indica Antonio Longarela, presidente de la Fundación al explicar los pasos que deben seguir para sacar adelante el proyecto. Eso, de entrada. Lo segundo es aprovechar justo estos días para enseñar su idea -con todos los detalles en el gráfico que acompaña este texto-. En su carpa al público en el muelle durante el Festival, en la web de la Fundación o en la documentación que tienen ya preparada para cualquier interesado.

«Es un proyecto mediano, abarcable y viable económicamente, y que está completamente definido». Los 29 metros de eslora, los tres palos, los espacios concebidos para travesías de distinta duración y con capacidad de convertirse en aulas cuando el 'Juan de Santander' permanezca atracado, la distribución de sus treinta tripulantes... Los detalles.

Mostrarse ahora, aprovechando el tirón, para meterse de lleno en el paso siguiente. Financiación, algo que «se abordará desde la iniciativa privada». «Es un barco de muy mediano tamaño realizado en acero. Con un presupuesto muy reducido, aunque pueda parecer otra cosa: 1.750.000 euros. Se beneficiarían además de los incentivos fiscales que ofrece la fundación (25% de reducción en el impuesto de sociedades de las empresas, por ejemplo), con lo que, realmente, lo que costaría a la iniciativa privada sería poco más de un millón, sobre 1,2 millones de euros», resume Longarela.

«La idea es botar ese barco en 2022 y organizar el cuarto Festival del Mar de Santander, de modo que coincida con el cierre de la conmemoración del V Centenario y la ciudad se convierta en un referente europeo de festivales como son otras ciudades en Francia, Gran Bretaña o Países Bajos. Somos el primer festival periódico de España y queremos asentarnos como tal».

Falta también ubicar una futura base y, conseguido el dinero, encargar el trabajo. «El cuarto paso -prosigue en este sentido el presidente, que es también director del Festival- es que ese buque escuela tenga un lugar en el que se convierta en un símbolo y un icono para esa ciudad, ese puerto que lo acoja. Y eso también lo tenemos solucionado porque Santander es el mejor lugar en el que podría estar. Hay muelles y lugares donde puede ser una referencia y desarrollar su actividad docente, divulgativa... Es muy importante la localización». Y tampoco quieren irse muy lejos a la hora de encargar la propia construcción del 'Juan de Santander'. «Siempre -dice- se ha querido que se construya en Santander, en Cantabria». Siempre, porque esta idea lleva años entre ceja y ceja de los que dieron forma a Villas del Cantábrico, aunque ahora parece más perfilada que nunca. Pretenden, de hecho, que ese proceso de construcción del buque escuela «pueda servir de referencia para otras ciudades o países». «Tenemos astilleros, industria, tecnología, conocimiento y personas preparadas e indicadas para hacerlo. Y la bahía ofrece además el mejor de los escenarios para esta construcción».

Fondos, construcción, botadura... Con la mente puesta en 2022, con tres años por delante. Con el crono en marcha para que 'Juan de Santander' se haga otra vez a la mar.