Cacos en acción en Nueva Montaña: «Los vecinos estamos emparanoiados»

La entrada de los cacos, ocurrida una tarde de finales de marzo, se grabó bien nítida en las cámaras de videovigilancia de la casa, un material facilitado a este periódico por el grupo de afectados y que manejan los investigadores para dar con la banda -en caso de ser siempre el mismo grupo- que lleva un mes limpiando las casas de la urbanización Isla del Oleo, en el barrio de Nueva Montaña. El mismo día que se llevaron las joyas de Pilar venían de intentarlo en otra vivienda. No se llevaron nada y se marcharon hacia las vías, pero de camino observaron bien el panorama y al rato regresaron para no irse de vacío...

Esa tarde con dos asaltos a casas fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de los vecinos de Isla del Oleo, que decidieron ponerse en contacto con este periódico para contar el «miedo» que sienten desde que a primeros de marzo comenzó el goteo de robos en viviendas en su urbanización. Son al menos 8, de las 71 que integran este núcleo, las que se han desvalijado en muy poco tiempo. Dicen que desde que se publicó la información ha aumentado la presencia de patrullas y da la impresión de que los ladrones también han bajado el ritmo. Aunque los sustos no han cesado. «Este sábado la Policía estaba buscando por el barrio a un joven armado con un cuchillo. Y fue justo cuando pasó cerca de allí lo del kamikaze, hubo un revuelo enorme», comenta Leticia Riancho, la presidenta de la comunidad de vecinos, que también ha escuchado que «el jueves cogieron a uno apalancando los barrotes de una ventana para entrar en un piso, cerca del Corte Inglés».

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ESte lunes, a las 13.00 horas, los vecinos se han reunido con la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones, y con el jefe regional de Operaciones de la Policía Nacional, Miguel Ángel Ramos, a los que han entregado las 70 firmas (una por cada chalé) que han recogido para exigir mayor seguridad y que se ponga freno a los robos en viviendas que vienen sufriendo y que ha generado «la paranoia de los vecinos. Aquí vive mucha gente mayor, que tienen una gran sensación de inseguridad; y cada vez que ves una presencia extraña piensas que va a pasar algo». Algunos días hacen hasta patrullas vecinales, «nos damos una vuelta cuando sacamos la basura» y tienen un grupo de WhatsApp donde se van avisando si hay desconocidos por la urbanización o coches sospechosos. Y cada vez que ven a alguien que no les encaja llaman a la Policía, «y vienen. Parece que están en alerta máxima con Isla del Oleo», aunque creen que es necesario mejorar la coordinación entre Policía Nacional y Guardia Civil en lugares como este, en un territorio fronterizo entre las competencias de uno y otro cuerpo.

A la reunión en la Delegación del Gobierno han acudido ocho de los vecinos de la urbanización y han valorado de forma positivo lo allí escuchado: «Nos han transmitido tranquilidad, que están dedicando todos sus esfuerzos y recursos a esta problemática, que tienen un dispositivo activo dedicado solo a esto», ha señalado Leticia Riancho. Además, les han insistido en que llamen a la Policía ante cualquier hecho que consideren sospechoso, «porque nos mandarán una patrulla enseguida. Con todo, creemos que sí están dedicando recursos a frenar estos robos, y por ello estamos satisfechos. Queremos crear tranquilidad en el barrio y también que encuentren a los autores y se haga justicia», ha añadido. Al parecer, la Policía tiene abierta una línea de investigación tras un exhaustivo estudio de los robos cometidos en esta zona.