La calle La Paz de Santander ya revela su nueva imagen

No son las únicas obras que se están realizando en la zona. El edificio administrativo de La Paz, nueva sede municipal a pocos metros del Ayuntamiento, ya está prácticamente terminado a falta del mobiliario y de trasladar allí los servicios. El exterior del inmueble ya está listo, pero por sus amplios ventanales se observa que su interior está aún prácticamente vacío. Este edificio, que será de cero emisiones, cuenta con 1.500 metros cuadrados repartidos en dos plantas de sótano, planta baja y seis alturas que se destinarán a uso administrativo y de atención al público. Así, las obras en su entorno se funden con las realizadas en el resto de la calle para favorecer la renovación urbana de la zona, de las más céntricas de la ciudad.

«Por lo menos ya puedo pasar sin dar un rodeo». Mercedes vive en Francisco de Quevedo y, durante gran parte de las obras, no podía atravesar fácilmente hasta el Cubo y optaba por dar una vuelta completa a la manzana. «Aunque todavía no hayan acabado, los vecinos ya podemos pasar libremente. Además, ya se ve que el resultado va a ser más bonito y cómodo que antes». José también agradece que las obras vayan a menos en la zona. «Entre las de la calle y los andamios del edificio, a uno se le quitaban las ganas de pasar por aquí y entrar en los bajos comerciales. Por lo menos lo más gordo -la semipeatonalización- está a punto de terminar y ya es fácil pasar».

Aunque Laura no vive justo en esa calle, la atraviesa habitualmente para ir a trabajar y a hacer recados, ya que vive en una vía cercana. «Agradezco que ya se pueda pasar porque era un incordio atravesar puentes improvisados sobre la carretera a medio hacer y maquinaria de obra». Cree que el resultado que ya se aprecia es positivo. «En mi caso, suelo ir caminando o en bicicleta así que prefiero este tipo de calles que nos dan prioridad».

La ejecución de la semipeatonalización de La Paz y el tramo sur de Francisco de Quevedo se planificó en seis fases para causar «las menores afecciones posibles» e incluyó la reordenación de los carriles de circulación y las zonas de aparcamiento, la mejora de servicios, el soterramiento de los tendidos eléctricos y la renovación de pavimentos de aceras y calzada. Así, las aceras son ahora más anchas y la calzada tiene pavimentos de adoquín, característicos en todas las vías semipeatonales de Santander. Al ser ahora una calle con la acera y la carretera a la misma altura, la velocidad máxima que podrán alcanzar los vehículos que la recorran será de 20 km/h.