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El Ayuntamiento de Santander quiere ponerle freno al botellón con la campaña 'Tú decides', que comienza el próximo lunes con el objetivo de concienciar a los jóvenes sobre las consecuencias para su familia, sus amigos y su entorno más cercano de una práctica que la covid ha hecho más peligrosa y que, además, se sanciona con multas de 200 euros.
La concejala de Salud, Noemí Sánchez, ha presentado hoy esta iniciativa que, según ha explicado, se dirige directamente a los jóvenes para que sean ellos los que elijan «el camino que quieren tomar», porque está demostrado, ha dicho, que las campañas paternalistas «no funcionan» con ellos.
Los mensajes de la campaña se podrán leer en las marquesinas de los autobuses, donde se colocarán carteles que se irán cambiando periódicamente, hasta mediados de agosto. Además en las pantallas de los autobuses municipales se emitirán vídeos de la campaña, que se podrán ver también en las redes sociales. Y los jóvenes que quieran sumarse podrán dejar sus historias o sus mensajes de concienciación en las redes con el hastag #tudecides.
Según Sánchez, se pretende concienciar a los jóvenes de que pueden contagiar a sus amigos si se quitan la mascarilla, comparten vasos o caladas a un cigarrillo y además de que pueden trasladar el virus a casa, a sus abuelos, que son los más vulnerables, como muestran las estadísticas de fallecidos por el covid-19 en España.
Los mensajes se han elegido «para hacerles entrar en esa parte emocional», según la edil. La campaña también apela a su conciencia ambiental desde la idea de que a los jóvenes no solo les gusta la playa para hacer botellones, sino también para tomar el sol y disfrutar de una arena limpia. «Es una generación que está muy implicada con el medio ambiente y es importante hacerles saber que son muchas las toneladas de basura que se recogen, hasta 10 se pueden llegar a limpiar en un día», ha advertido.
Otros de los mensajes les recuerdan que sus padres son quienes tienen que pagar la multa que se les puede imponer por beber en la calle y asumir así «sus imprudencias», o que otras de las personas más cercanas a ellos, sus vecinos, pueden acabar «con problemas de salud debido al ruido, los olores y las basuras». «Hay que intentar que ellos tengan la capacidad de decidir, pero sabiendo que el botellón es mucho más de lo que parece», ha subrayado la edil.
Según los datos del Ayuntamiento de Santander, desde que finalizó el estado de alarma, el 21 de junio, se han formulado 142 denuncias en la ciudad por hacer botellón. Entre el 85 y el 90% de los denunciados son jóvenes de entre 18 y 30 años.
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