El campo de golf de Mataleñas se somete a una reforma integral

Las obras arrancaron a mediados de septiembre con un plazo de ocho meses y un presupuesto de 725.000 euros. La empresa adjudicataria es Copsesa, cuyas palas ya están inmersas en el movimiento de tierras de los greenes 1 y 2 para dar forma a un campo de golf más actual y con mejor distribución.

El campo estará cerrado hasta que estas intervenciones terminen y, mientras tanto, los 1.200 socios podrán disfrutar de precios especiales para jugar en otros campos de Cantabria como el Golf La Junquera (Pedreña), los campos de Cantur en Nestares y Abra del Pas y el campo de golf Ramón Sota (Agüero). Además, pueden optar a la devolución de la cuota correspondiente a los meses que esté cerrado o a la compensación en la siguiente matrícula. Así, los únicos espacios a los que se podrá acceder mientras duren las obras es al campo de prácticas, a la recepción y a la cafetería.

Las obras se centrarán sobre todo en los greenes, los ante-greenes, los búnkers y el putting green. Aunque desde su inauguración a mediados de los 80 se han realizado obras de pequeño calado, está será la primera reforma integral. «Durante los últimos años se han hecho drenajes, se ha intervenido en el muro, se ha hecho un estudio topográfico, se ha cambiado parte de la iluminación a LED, se ha modificado parte del edificio de la cafetería... Pero una remodelación como la que acaba de empezar, no», explica la alcaldesa Gema Igual, que ha visitado este miércoles el arranque de las obras acompañada del presidente de la Federación Cántabra de Golf, Juan Carlos Alba; el presidente del Club Mataleñas, José María del Peral; el director del campo, Miguel Ángel Raba; el redactor del proyecto y director de obra, Carlos de Diego; responsables de Copsesa y la concejala de Deportes, Beatriz Pellón.

Respecto a las nuevas ubicaciones de los greenes 1 y 2, De Diego explica que el objetivo es «evitar sobre todo bolazos que provienen de otros hoyos». Además, su tamaño, que de media son de 200 metros cuadrados, aumentará hasta los 350 y 400 metros cuadrados para mejorar la jugabilidad. «El 1 y el 2 son los que más desviación sufrirán y el resto pequeñas correcciones para separarlos de los hoyos siguientes. El 4, por ejemplo, está muy cerca a la valla que delimita el recinto del campo y lo moveremos un poco hacia el oeste para evitar que se salgan bolas», relata el ingeniero. Las obras han comenzado justo después del verano porque, como apunta Raba, es la temporada del año en la que más jugadores frecuentan las instalaciones.

Este proyecto también contempla la plantación de especies autóctonas de perímetro igual o superior a 12 y 14 centímetros, así como otros árboles y arbustos. También se llevará a cabo la protección y balizamiento del hoyo 1 y se aumentará la separación entre los hoyos 5, 6 y 7.

En el marco de este proyecto, acaba de finalizar también el cambio de la cubierta del edificio del campo de prácticas, así como el cambio y mejora de la iluminación de la segunda planta de este edificio. Además, está pendiente mejorar la iluminación de la campa de prácticas, lo que ayudará a dar un mejor servicio a los usuarios de esta parte de la instalación y a mejorar el funcionamiento de la Escuela de Golf que cuenta con 368 inscritos.

Los trabajos en el campo comenzaron el 18 de septiembre con las labores de topografía (replanteo de las zonas donde se realizarán las obras y movimientos de tierras) y ahora se centran en los movimientos de tierra de los greenes 1 y 2, a los que seguirán los moldeos y drenajes.