Cañadío, Peña Herbosa y el Río de la Pila superan los niveles de ruido nocturno permitidos por ley

Porque ese plan, publicado en enero, levantó revuelo al no incluir entre sus páginas ningún dato referente al bullicio que cada fin de semana emite el ocio nocturno. A pesar de las críticas de los vecinos y de los grupos de la oposición, desde el PP apuntaron que el documento solo hacía referencia al tráfico viario, el ferroviario y el industrial porque así lo exigía la normativa europea y española. A la par, afirmaron que estaban trabajando en el estudio acústico que se da a conocer ahora referente a las zonas de ocio nocturno. Y aunque en enero afirmaron que la empresa adjudicataria, Accusttel, estaba estudiando el impacto acústico en las zonas de ocio nocturno para elaborar el futuro Plan de Acción, lo cierto es que el Consistorio tiene los datos brutos desde diciembre, a falta de elaborar las conclusiones.

Los tres sonómetros que se han utilizado para analizar el nivel de ruido se colocaron, concretamente, en la intersección entre la calle Los Aguayos y el Río de la Pila (a 4 metros del suelo), en la plaza de Cañadío (a 6 metros) y en la intersección entre Lope de Vega y Peña Herbosa (a 12 metros). Y los dispositivos han registrado datos 24 horas al día durante un mes completo, ya que todos los periodos de la jornada tienen sus decibelios máximos para garantizar la calidad acústica. También depende de las zonas: si son residenciales, sanitarias, recreativas... Durante la mañana y la tarde (desde las siete de la mañana a las once de la noche), los estándares para que la calidad acústica sea positiva en las zonas residenciales es de 65 decibelios, mientras que durante la noche (el resto de horas) baja a 55.

Los datos recogidos por los sonómetros desde el 22 de septiembre al 15 de octubre de 2023 reflejan que las madrugadas del viernes al domingo (desde las 00.00 horas a las 05.00-06.00) los decibelios de las tres zonas superan el límite legal. A veces, en más de veinte decibelios. La zona más ruidosa de las tres es Cañadío, donde se superan los 75 decibelios durante las madrugadas del sábado y del domingo. Las de los viernes tampoco se quedan cortas, ya que rondan los 72 decibelios. En el Río de la Pila y Peña Herbosa, las cifras registradas son similares: las madrugadas del sábado y el domingo rondan los 65 decibelios y las del viernes bajan a los 60 o 62 decibelios.

Martínez presentó alegaciones al Plan Estratégico del Ruido y, entre ellas, lamentó que el ruido del ocio nocturno no estuviera incluido. «Aunque entendemos que no es obligatorio que se incluya el ruido producido por el ocio nocturno en el Mapa Estratégico de Ruido, lo consideramos fundamental porque es una de las principales fuentes de ruido y molestia y genera unos problemas de convivencia gravísimos. Creemos que tiene que estar incluido y de ahí deben desprenderse las medidas oportunas para tratar de tender al equilibrio entre los intereses de los vecinos y su legítimo derecho al descanso con los intereses de quien desarrolla una actividad económica como es la hostelería».

En la misma línea presentó alegaciones la Asociación de Vecinos de Pombo-Ensanche-Cañadío, quienes consideran «que es un análisis incompleto, ya que no contempla la medición del ruido derivado del ocio. Esta es una fuente muy relevante de ruido ambiental que afecta de manera significativa a un gran número de residentes. El Mapa Estratégico de Ruido tendría que evaluar globalmente la exposición a todos los ruidos».