La huelga en Charleroi deja en tierra a todo al pasaje de otro vuelo a Santander

El lunes fue la jornada más caótica, pues la compañía irlandesa avisó sin apenas antelación a sus pasajeros de que fueran cuanto antes al aeropuerto para entrar antes del cierre de las puertas, por lo que la mayoría no lo lograron. Apenas 17 personas consiguieron subirse ese día al avión con destino a la capital cántabra. El martes, los operarios de seguridad tuvieron una actitud menos drástica y permitieron pasar por pequeños grupos. Y hoy el cierre ha sido total, pero las compañías, ya avisadas, pudieron cancelar los vuelos y ofrecer cuanto antes alternativas a sus clientes. En principio, la huelga termina hoy y desde el aeropuerto de Charleroi aseguran que a desde mañana están «totalmente operativos».

Uno de los vuelos anulados hoy ha sido el que tenía que viajar a Santander. Y aunque los pasajeros recibieron el aviso de Ryanair a tiempo, sin tener que encontrarse sumidos en el caos a las puertas del aeropuerto, el disgusto también se lo llevaron. Porque, ¿cómo volvían ahora a España? Álex y Sebastián fueron dos de los afectados y, según explican, la solución que les ofrecía la compañía de bajo coste era volar a Madrid el día 26, es decir, el miércoles de la próxima semana. «No se hacían cargo de nada más que del cambio de vuelo –lo que implicaba tener que pagar las noches de hotel hasta entonces–, así que rechazamos su solución y hemos buscado otra por nuestra cuenta», narra Álex.

Así que esta tarde se han ido a París en autobús, con el riesgo de sufrir más cancelaciones porque el país vecino también arrastra huelgas de transporte, y desde allí volarán mañana a Bilbao, desde donde tendrán que ir por carretera a Santander a por su coche, penúltima parada para a continuación desplazarse hasta Oviedo, donde residen. «El trato de Ryanair ha sido surrealista. Sólo nos daban la opción de recolocarnos en un vuelo dentro de siete días, sin ninguna compensación económica ni donde alojarnos ni nada».

Entre los nuevos billetes de avión, el autobús, la noche de hotel en París, la comida y la cena del día extra, «nos estaremos gastando en torno a 800 o 900 euros entre los dos, que aunque podamos permitírnoslo es dinero tirado a la basura porque no lo estamos disfrutando, es una angustia».

Sebastián también destaca que en su conversación con el servicio de atención al cliente de Ryanair, al comentar que otras compañías sí se responsabilizan de sus cancelaciones, «me contestaron que no puedo comparar a Mercedes con Volkswagen... Nunca vi nada tan surrealista. Desde luego, lo barato sale caro». Eso sí, les comentaron la posibilidad de reclamar: «Sin duda lo haremos porque si no te pasan por encima».

Desde Ryanair aseguran que aunque estas cancelaciones no dependen de ellos están ayudando a los clientes, que están siendo «notificados y asesorados» sobre sus opciones. Además, los pasajeros que perdieron su vuelo el lunes «como consecuencia de esta repentina huelga de seguridad en el aeropuerto también fueron contactados e informados de sus opciones».

En concreto, el vuelo del lunes sí se realizó, aunque sin apenas pasajeros, y el de hoy se canceló en dirección a Santander, pero viajó vacío hasta el Seve Ballesteros para efectuar el trayecto inverso. La compañía pide «sinceras disculpas» a sus clientes por estas interrupciones de los vuelos y recalca «que están totalmente fuera» de su control.