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La imagen del Casino y su entorno lleva cinco años en transformación. Y aún le queda. Empezó en 2019 con la polémica remodelación de la Plaza de Italia, que modificó drásticamente su estética y despertó las críticas de los defensores de su característico estilo 'Belle ... epoque', sustituido por otro más moderno. Después fue el turno de los bajos, donde ocurrió justo lo contrario: se suprimieron las peceras y se actuó en las fachadas para recuperar su imagen clásica. En la parte derecha de las escaleras –al mirarlo de frente–, los negocios de hostelería, Burger King y La Primera, están ultimando los detalles de sus locales con intención de abrir cuanto antes. Solo queda por dar forma al local que está justo a la izquierda de las escaleras, por el que en un principio se interesó el mismo grupo al que pertenece el restaurante Daria (en la calle Bonifaz) y en el que ahora, según afirman hosteleros de la zona, abrirá un restaurante asiático.
Pero eso no es todo, porque además de la plaza y los bajos, habrá cambios en el propio Casino. En concreto, en la zona de tragaperras –que está a la derecha– y en la terraza que se despliega a su alrededor, de más de 300 metros cuadrados. Parte de la sala se suprimirá para destinar el espacio a un nuevo bar –más allá de la barra que existe ahora–, aunque aún está sin concretar cuántos metros se transformarán. En la documentación de la licitación se recoge que una de las actuaciones a realizar en el inmueble es esta «adaptación para su cambio de uso de la actual sala de máquinas vinculada al área de juego, que pasa a ser un local de hostelería», aunque más adelante puede leerse que por la «inconcreción de las obras a realizar», el presupuesto de costes que ofrecen es orientativo. La falta de concreción se debe a que serán las empresas que presenten ofertas quienes tendrán que dar detalles pormenorizados de las actuaciones que desarrollarán para crear este bar. La nueva área de hostelería se sumará a la que ya existe en la izquierda del edificio, más enfocada en bodas y eventos aunque la terraza también abre por las tardes al público general. Actualmente, la explota el Grupo Cañadío.
Estos cambios se producirán una vez se adjudique el nuevo servicio de juego, un contrato que durará hasta 2032 y que salió a licitación por 1,17 millones de euros –más un canon de 130.000 euros a abonar mientras dure el contrato–. Será la empresa que gane ese concurso quien se ocupará, a su vez, de subcontratar el servicio de hostelería. La licitación está abierta hasta el 8 de julio para que las empresas interesadas presenten sus ofertas. Desde hace 20 años, es el Grupo Comar quien explota el Casino.
Como recoge la documentación, la empresa que finalmente resulte adjudicataria estará obligada a ejecutar la inversión necesaria para transformar parte de la sala de tragaperras en un área de hostelería, para lo que contará con un plazo máximo de 18 meses desde que se firme el contrato. Los documentos de la licitación incluyen también un presupuesto de la obra, que ronda los 220.000 euros con IVA, y que es una «estimación aproximada» porque el proyecto detallado tendrá que presentarlo la empresa adjudicataria. Con este cambio de uso, de zona de tragaperras a bar, se podrá explotar también la terraza derecha del edificio, que ahora está infrautilizada y la usan los usuarios de las máquinas de azar para fumar o tomar el aire. Con el nuevo espacio hostelero, toda esta amplia terraza podrá destinarse a la colocación de mesas y sillas.
Más avanzados están los bajos del Casino que, a diferencia de la parte superior, son de propiedad privada –del grupo Sardinero– y están alquilados. Los que se han reformado tras eliminar las peceras (terrazas fijas acopladas durante más de 40 años a la fachada) son los que quedan a la derecha de las escaleras del edificio. El más inmediato a ellas es Burger King, que estuvo tapiado hasta la semana pasada y ya revela la que será su imagen, a falta de colocar parte del mobiliario. Justo a su lado está el restaurante La Primera, con todo listo para abrir y que a principios de este mes lamentaba estar a la espera de la licencia para poder abrir. El siguiente negocio es una farmacia, que se trasladó desde la parte izquierda de las escaleras y que lleva tiempo abierta. En la esquina y haciendo la curva del edificio está la clínica Quirónsalud, también a punto de abrir.
Solo queda tapiado el local que pega con la izquierda de las escaleras, en el que el grupo del Daria estuvo interesado y avanzó en los trámites pero que al final se echó atrás porque no le cuadraban las dimensiones, de 350 metros cuadrados. Entre los hosteleros apuntan a que abrirá un asiático, aunque no se percibe movimiento de obras dentro del local y está totalmente tapiado.
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